Lanzando retos se apejendeja…

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La Jiribilla / 28 de octubre 2020

Un gobernador no le gana al presidente… Espanto total en sub-registro de muertes… Dicen llega la Prima Bertha de Virreyna… Caso Duarte hay quienes disfrazan el miedo…

Un gobernador no le gana al presidente…
Espanto total en sub-registro de muertes…
Dicen llega la Prima Bertha de Virreyna…
Caso Duarte hay quienes disfrazan el miedo…

Hay una frase que dejaba en claro aquello de que el que puede lo más, puede lo menos y no dejaba lugar a dudas sobre dónde reside el poder en México. “Un gobernador no le gana al presidente”, es la frase en cuestión.

Y eso lo dejaron en claro todos y cada uno de los que han ocupado la primera magistratura en el país y cuando un gobernador se les ponía a las patadas, basta con ahogarlo cerrando la llave de los recursos, dejándolo solo o simple y llanamente haciéndolo reventar, como ya nos pasó en la entidad con Oscar Ornelas en la década de los 80`s.

Habría que decir que solo hay un ejemplo de lo contrario y tendríamos que recurrir a las versiones que existen sobre el enfrentamiento que hubo entre Oscar Flores Sánchez y el presidente Gustavo Díaz Ordaz y luego con Luis Hecheverria, pero hombres como don Oscar no se da en maceta y solo brotan muy de vez en cuando.

Algunos entusiastas hablaran de Patricio Martínez y su defensa del agua y otros enfrentamientos que tuvo con la federación, pero las cosas no llegaron a tanto por una simple razón, Patricio ejercía política y por eso los enfrentamientos no llegaron a más.

Pero hoy vivimos una circunstancia bastante atípica, pues no es el pleito de un gobernador contra el presidente todo poderoso, estamos ante el pleito de 10 gobernadores contra un presidente que día a día pierde fuerza en la calle y que su gobierno se desmorona por sus notorias incapacidades y su necedad absoluta.

Y es así que los gobernadores federalistas le hacen frente al Peje y sin arrugarse ni tantito le aceptan el reto de hacer consultas ciudadanas, pues todos ellos tienen muy claro que el Peje en cada una de sus respectivas entidades pierde la batalla de frente al ciudadano que se desencanta y que no nada más le pasa eso, pues resulta ser que crece y crece el hartazgo en contra de uno que todos suponíamos llegó para hacer cambiar todo y al final no cambió nada y las cosas siguen empeorando.

Es cierto, el presidente puede ahorcar a uno o a dos gobernadores, quizá a tres, pero a 10, ya es otra cosa y es entonces cuando hay que pensar que existe la posibilidad de que esos 10 lo dobleguen o que cuando menos, declaren un paz incomoda para todos, pero paz al fin y al cabo.

¿Cuándo?, ya sea antes del proceso electoral o pasando el proceso, si el Peje fuera menos soberbio, si hubiera un poco de claridad en su pensamiento, dejaría de pensar que él es el mesías que viene a salvar al país y empezaría a trabajar para salvar a su pésimo gobierno y llegaría a ese acuerdo antes de que ya tengamos candidatos en las calles.

Y bajo esa óptica, debería ponerse a trabajar en encontrar los caminos de la política para aquietar al país, para lograr tranquilidad política y que eso le permitiera transitar reajustando sus metas y sus objetivos.

Si ese arreglo no lo hace antes del proceso electoral, su derrota será estrepitosa, pues a la mejor y de todos modos logra ganar algunas de esas gubernaturas, pero el costo será enorme para el país y sería apostarle a ganar como sea y a soportar los conflictos post-electorales y a encender al país en una larga, larga lucha por el 2024.

Por eso creemos que el Peje debe de encontrar los caminos de la política antes del proceso electoral, pues ya después corre el riesgo de pedir paz en calidad de derrotado y eso también es demasiado riesgoso para el país, pues no hay nada más peligroso que un dictador ofendido, que uno que creyéndose dios, sea derrotado por el pueblo bueno.

Hay una lección de historia que puede uno encontrar en National Geographic, sobre los motivos que llevaron a Nerón a incendiar Roma, el dato es breve y muy claro:

“No hay duda de que el incendio, ya fuera casual o intencionado, constituyó para Nerón su gran oportunidad para seguir fomentando una política orientalizante —ya que practicaba una política cada vez más personalista— y populista. Nerón no consiguió disipar las sospechas de que había sido él el causante del incendio. Era necesario buscar urgentemente a un culpable y para ello recurrió a una de las minorías religiosas llamadas entonces «sectas»: la de los cristianos…”.

Y claro el Peje podrá culpar a los conservadores, a los fifis, a quien él guste, pero lo cierto es que las culpas son de él y aunque culpe a quien él quiera, para la mayoría no quedaría dudas, y cuando las generaciones futuras pregunten quien es el culpable del colapso de México, la respuesta seria: “El Peje, él fue el que incendió al país, pues tuvo en sus manos la oportunidad de hacer cambiar a México, pero por seguir fomentando una política chaira —ya que practicaba una política cada vez más personalista—, populista y comunistoide y por eso echó a perder esa oportunidad”. Que la historia nos lo cuente…

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Hablando de temas que en verdad asustan a cualquiera, lo que señala en su podcast Ana Paula Ordoríca sobre el sub-registro de muertos en el país está para que se nos pongan los pelos de punta.

Mire usted, al presentar el reporte más reciente de exceso de mortalidad, el titular del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), Ruy López Ridaura explicó se han observado 718 mil 90 decesos ocurridos por todas las causas del 1 de enero al 26 de septiembre pasado.

Para este año se esperaban 524 mil 920 decesos, pero por la pandemia se registró un exceso de 193 mil 170 muertes ocurridas por todas las causas (un aumento de 36.8 por ciento).

El caso es que el grupo interinstitucional que investiga el tema revisó los 193 mil 170 casos “de más” y los comparó con la base de datos de los certificados de defunción; para ello se tomaron en cuenta aquellos que contenían entre las causas de muerte términos relacionados, como SARS-CoV-2 y COV.

También se incluyeron aquellos que referían una neumonía atípica o síndrome de distrés respiratorio, que fueron muy frecuentes. “Una vez que incluimos esto, encontramos 139 mil 153 defunciones que pudieran estar asociadas; es decir que en alguno de sus registros se menciona algo que puede ser COVID”, puntualizó Ruy López Ridaura.

Dicha cifra representa el 72 por ciento de las 193 mil 170 defunciones que conforman el exceso de mortalidad hasta ahora. El funcionario precisó que este es un primer cálculo, pero puede tomar hasta dos años tener los datos finales sobre mortalidad y el exceso atribuible al coronavirus.

En resumen, encontraron el pasado 26 de septiembre que había 139 mil 153 muertes relacionadas con el Covid, 50 mil 229 muertes más que las 88 mil 924 confirmadas el pasado domingo por las autoridades de salud federales.

Pero aún hay más, pues resulta que esos investigadores afirman que ese “sub-registro” de defunciones los hacen llegar a la conclusión de que hay que sumar el total de muertes “oficiales” que las autoridades reconocen por Covid a las 139 153 que ellos dicen existen, de tal forma que la realidad del Covid-19 en México es que ya van más de 230 mil muertos y que estadísticamente se pudiera pensar en más de 6 millones de personas infectadas, la gran mayoría de ellas completamente asintomáticos, pero propagadores de la enfermedad.

Ya para terminar con el tema, hay que recordar que el propio Hugo López-Gatell había señalado que las autoridades de salud contaban con el llamado “Programa Centinela”, el cual estima que por cada caso oficialmente reconocido, existen otros 9 que no quedan en registros, así pues si este martes las autoridades señalaron que hay 901 mil 263 infectados, entonces hay que multiplicar esa cantidad por 9 y entonces tendríamos que hablar de 8 millones 111 mil 367 casos totales. Y en el caso de las defunciones, la cantidad de 89 mil 814, se elevaría a 808 mil 326 muertes.

Por donde quiera que se le vea, los números no cuadran y la realidad de la calle supera y con mucho las cifras que se difunden como oficiales…

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Mientras algunos daban la noticia de que Juan Carlos Loera, “El Virrey” ya había presentado su renuncia a la delegación del Bienestar, la oficina de comunicación social del Virreinato, enviaba boletines de prensa de la actividad realizada por Loera en la entidad.

Y es que también corrió como chisme en patios de vecindad de que ya estaba listo el cambio en el Virreinato y que la que llegaba a suplir a Juan Carlos era la prima Bertha Alcalde Luján, hija de la tía Bertha, la que soñaba con ser la líder nacional de Morena.

Digamos pues que las notas al respecto de la renuncia de Loera y la llegada de la prima Bertha, no fue más que una serie de “voladas” o muy posiblemente de notas adelantadas.

Juan Carlos se supone que está en termino para presentar la renuncia y apuntarse como precandidato a la gubernatura, peor ha estado estirando la liga todo lo que puede tratando e sacarle todo el jugo posible a la delegación y por eso mantiene una actividad febril en cuanto municipio puede visitar.

En caso que se confirme la llegada de la prima Bertha, lo primero que se tendría que entender es que todo el equipo Loera quedaría fuera y todos en línea tendrían que presentar su renuncia, pues son de tribu completamente distintas.

Pero en fin, Loera no ha renunciado y ya le anuncian a quien viene a suplirlo, mal huele el asunto, pues si Juan Carlos fuera “el elegido”, lo menos que tendría que pasar es que le deberían de estar protegiendo bien las espaldas y no lo expondrían al golpeteo innecesario…

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Sobre le cambio de fechas para la audiencia final en el caso del exgobernador César Horacio Duarte, hay varias versiones que hacen que a muchos se les pongan los pelos de punta, pues esas versiones van desde las que indican que el exgobernador tiene el pleito ganado, hasta los que dicen que ya hizo él un acuerdo con la Tde5ª para que negocien su libertad a cambio de convertirse en testigo protegido para joder a los que el Peje quiere ver de rodillas.

Otros siguen señalando que Duarte tiene la salida de convertirse en testigo protegido pero del propio gobierno de los Estados Unidos.

En fin, cada quien saca a su gato a retozar y saca la conclusión que más le guste o la que más le acomode.

Pero lo curioso del caso, es que las cajas de resonancia de Palacio Amanecido, son lo que ya empezaron a hacer circular la versión de que Duarte negoció con el Peje o que sin negocia de por medio es el Peje el que “solo por joder a nuestro aldeano”, está haciendo todo lo necesario para que libren al exgobernador y así quitarle el dulce de la boca a Javiercito.

Que Palacio haga circular esa versión habla de miedo, de que el temor es real y que en Palacio ya lo olieron, es decir, no solo es el hecho de que la audiencia se pospuso de octubre a noviembre y luego de noviembre a enero del 2021, no, el fondo del asunto es que hay quienes de forma seria afirman que las acusaciones contra Duarte no son suficientes para hacer que lo extraditen y si él se les pela, el golpe será enorme para nuestro aldeano y su administración amanecida, la que ya festinaba que César estaría siendo juzgado y recluido en el Penal de San Guillermo a más tardar en el mes de noviembre y ahora, pues de plano ya no tienen ni siquiera la confianza de que se dicte la extradición.

Sigamos viendo la novela a ver por donde corre…