Entre Líneas / 30 de noviembre 2020
EN FILA INDIA, si es que respetan la sana distancia y los protocolos, el sábado 5 de diciembre, los aspirantes de Morena a la gubernatura de Chihuahua deberán acudir a las oficinas del Comité Ejecutivo Nacional morenista, allá en la Ciudad de México, para formalizar sus aspiraciones políticas en un horario de 10 de la mañana a seis de la tarde, por lo que ya dos que tres tienen hasta la hora exacta del momento del arribo para quedar anotados ante la Comisión Nacional de Elecciones del partidazo en el poder, con el objetivo puesto en repetir la hazaña lograda en el 2018, cuando de la mano de Andrés Manuel López Obrador, arrasaron en las elecciones, incluso en estados donde antes ni figuraban, razón por la cual, ya como partido en el poder, asumen que Chihuahua no les será tan complicado y que se lo pueden arrebatar al PAN, así que allá en la sede de Morena, ya traen el registro bajo brazo el senador Cruz Pérez Cuéllar; el diputado Juan Carlos Loera; la empresaria Carmen Almeida y el consejero independiente de Pemex, Rafael Espino, así como un obstinado y quizá víctima ya de algunos efectos por el grupo etareo de pertenencia, Víctor Quintana, que a pesar de no ser invitado a la reunión del viernes para dar luz verde a los aspirantes, ya sé montó en su macho y aún así quiere registrarse ahí donde nomás no lo quieren, mientras que la senadora Bertha Caraveo, con todo y que sí la citaron a la mentada reunión, ella no buscará la gubernatura, al menos esa es la versión oficial de su equipo cerrado.
Es así que a más tardar en febrero, aunque los malosos dicen que será antes para no perder tiempo, se sabrá quién será la o el candidato de Morena al gobierno estatal de Chihuahua, en donde a decir de la estrategia morenista, irán con todos por los miles de votos que acarrea Ciudad Juárez, entregando más y más programas clientelares, pues saben, desde la cúpula morena, que el resto del estado se les complicará, sin embargo, con acaparar la fronteriza ciudad y uno que otro voto aquí y allá, les puede garantizar la gubernatura, además, aprovecharán el pleitazo interno que se traen en el PAN.
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NO CABE DUDA que son fechas decisivas y este fin de semana que viene así será, y es que el viernes 4, el senador Gustavo Madero se separará de su escaño en el Senado de la República, luego de solicitar licencia el viernes pasado, misma que le fue concedida y por tanto, para buscar la candidatura del PAN al gobierno de Chihuahua, el legislador se retirará de manera temporal de la Cámara Alta, aunque si gana la gubernatura, de seguro que ni regresa. Sin embargo, queda mucho tiempo y tramo por recorrer, aunque desde Palacio de Gobierno le están echando la mano para quitarle del camino a su adversaria más poderosa al interior del PAN, la alcaldesa Maru Campos, de quien se prevé que esta semana también pida licencia, lo que pudiera conllevar la ejecución de una orden de aprehensión.
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CON LA LICENCIA de Gustavo Madero efectiva al próximo viernes, a partir de la próxima semana estarán solicitándole a Carlos Olson San Vicente que acuda al Senado y asuma la titularidad de la bancada, pues él es el suplente. La pregunta aquí es quién se quedará en la Subsecretaría de Gobierno en la administración de Javier Corral.
Además, se queda el espacio pendiente en el marco de las denuncias interpuestas por la alcaldesa Maru Campos de violencia política y de género en su contra por parte del gobierno corralista y donde señaló particularmente al propio Olson, así como a Inés Martínez del Registro Civil y a la fiscal Gema Chávez de la Fiscalía Anticorrupción y a uno de sus colaboradores Ministerios Públicos.
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PERO LA GRILLA en el PAN no se pondrá intensa hasta el fin de semana, porque se sabe que entre hoy y mañana la Comisión Permanente del Comité Ejecutivo Nacional azul deberá sesionar y en su seno el gobernador Javier Corral ha estado impulsando decididamente un manotazo hacia la última decisión tomada por el Consejo Estatal acá en el norte.
Y es que el tema de las alianzas en el PAN, pudieran ser una realidad si la Comisión Permanente del CEN lo avala desde el centro y lo impone en Chihuahua. Ese escenario sería una muestra contundente de que Marko Cortés sería más timorato que un bebé de meses y terminaría entregando el control del juego.