Hierve de coraje por el pésimo internet

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Ni el plan hiperconvergente de conectividad que tanto se presume salvó de las implacables furias al gobernador Javier Corral. Ayer anduvo por Namiquipa en la revisión de algunas mini obras

LA COLUMNA / de El Diario / sábado, 05 septiembre 2020

-Hierve de coraje por el pésimo internet

-Presumen Corral a líder de Morena

-Alianza panista para derribar a Maru

-Ni de adorno el delegado de la FGR

Ni el plan hiperconvergente de conectividad que tanto se presume salvó de las implacables furias al gobernador Javier Corral. Ayer anduvo por Namiquipa en la revisión de algunas miniobras.

Tampoco salvó a uno de sus colaboradores más cercanos y lo cortó al seguir su viaje hacia Nuevo Casas Grandes y Galeana.

Las transmisiones en vivo por Facebook fueron de malas a pésimas en los bloques de tres a 10 minutos que se hicieron de atropellados videos. Del audio ni se diga, entre las salidas y entradas abruptas se escuchaba más el aire y los ecos que otras cosas.

Después de seis intentos fallidos que estuvieron para dar lástima, mejor se cortaron las transmisiones cuya producción había encargado el mandatario a uno de sus secretarios, Francisco Lozano, mejor conocido como “La Coyota” en los pasillos del Palacio de Gobierno. Hay imágenes de muestra del fracaso del día en la versión digital de La Columna.

Corral hirvió de coraje y se fue contra Lozano -de lo que varios fueron testigos- por el pésimo trabajo realizado en algo tan simple como montar un live de la red social.

De paso quedó en evidencia el famoso plan de conectividad y el internet gratuito para todo el estado, del que cada día se anuncian supuestas inversiones millonarias a través de la Coordinación de Política Digital, cuya operación real nadie conoce. Si sabemos de un call center electoral montado por una licenciada Chavira en pleno corazón de Palacio pero de eso hablaremos después.

La gira por Namiquipa resultó tan insustancial como otras. Si hubiera sido diferente no habría ganado la nota esa serie de fallos electrónicos atribuidos a la ineficiencia de uno y al pésimo internet.

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Por cierto, dos cosas hay que resaltar de la gira del mandatario estatal. No están ligadas una con la otra, pero llamaron la atención.

En primer lugar no se despegó de Corral el coordinador de los diputados de Morena, Miguel Ángel Colunga, ahora residente en la Ciudad de Chihuahua de un exclusivísimo fraccionamiento muy nice (el Sánfra) donde las residencias no bajan de 20 millones de pesos.

Colunga no fue electo por aquella región de Namiquipa, pero son sus dominios. Al líder de la bancada morenista le urge el permiso del gobernador para encabezar la Junta de Coordinación Política, que los panistas no le quieren entregar.

En segundo lugar está el dato curioso que refleja la crisis de seguridad que padece el estado. Desde el miércoles se planeó la gira por Namiquipa, Galeana y Nuevo Casas Grandes, pero a éste último municipio la escolta del gobernador por algún motivo no puede ingresas. Se desconoce porqué pero no entran. De ese tamaño es el miedo.

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La convocatoria a sesión del Consejo Estatal del PAN, citado para el 20 de septiembre, comienza a levantar ámpula en las bases azules. El naciente conflicto no es por los presupuestos desfasados de 2019 y 2020. Ni siquiera es por los tres millones de pesos que quedaron en el limbo en las cuentas del Instituto Estatal Electoral por la donación sin consulta que autorizó la dirigente Rocío Reza en medio de la pandemia. Esos recursos al final no le sirvieron al partido ni al Gobierno de Javier Corral, con el que quiso quedar bien.

El gran problema aparece en el punto 11 de la orden del día (puede verse en la edición digital de La Columna), donde la dirigencia pedirá autorización para la búsqueda de alianzas electorales con miras a la elección de 2021.

Numéricamente no hay asociación que le convenga al PAN. En 2018 con Movimiento Ciudadano sólo le sirvió para lograr un municipio pequeño (Praxedis G. Guerrero) y para entregarle una diputación a ese partido, la del Distrito 13 que representa la diputada Rocío Sarmiento.

Con otros partidos, como el PRI, en números tal vez le sería favorable al PAN, pero políticamente es impensable. Con los demás ni hablar.

Así que pedir una autorización para aliar al PAN con otra fuerza política comienza a verse como la nueva intentona de derribar a la alcaldesa de la capital, Maru Campos, en su camino a la codiciada candidatura del año próximo.

Con una alianza Acción Nacional se evitaría cualquier proceso interno para elegir candidatos. Sería una designación forzosa y seguramente Maru no sería la beneficiaria. Por ahí empieza a olfatearse la jugada del Consejo Estatal que, con esto, ahora sí promete tornarse calientita.

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En la capital del estado hay un malestar generalizado en una zona residencial media por la intención de instalar ahí la nueva subdelegación de la Fiscalía General de la República.

Muy prestos con la FGR funcionarios municipales y estatales (el anuncio lo hizo el mismo gobernador Javier Corral hace dos semanas), gestionaron permisos para que se instalara la dependencia en un inmueble abandonado donde hasta hace 20 años funcionó una tienda del ISSSTE.

Ni una consulta y menos la revisión del uso de suelo se hizo para la caprichosa concesión, con la que las instalaciones tan riesgosas de la instancia a cargo de los delitos federales quedarían en medio de colonias funcionales y tranquilas, de las pocas que hay en la ciudad.

Ante el descarado objetivo, vecinos mandaron oficios, cartas, peticiones al Gobierno del Estado, al ayuntamiento y a la misma sede estatal de la FGR que se encuentra en Juárez. Las primeras autoridades han dado largas, cuando menos. En cambio el titular de la delegación federal, Ramón Ernesto Badillo, ni siquiera ha querido firmar de recibidas las peticiones formales que le han hecho.

Lo que han planteado los afectados es que la misma delegación del ISSSTE, que renta una nave industrial en Chihuahua, se mude a esas instalaciones abandonadas y no sea la FGR la que las ocupe.

Para la instancia ministerial han puesto muchas opciones: los patios fiscales abandonados al norte de la ciudad, las instalaciones en desuso del viejo rastro municipal o hasta un nuevo inmueble al suroriente de la capital, donde habrá de ubicarse un cuartel de la Guardia Nacional.

Pero es real que ni siquiera quiere recibir las peticiones el delegado Badillo Aguilar, quien  “despacha” en Ciudad Juárez. Debe pensar que su firma o el sello de la recepción lo puede meter en problemas con el crimen organizado.

Ni idea debe tener, pues, de lo que es una exigencia social, que por cierto es legítima. A nadie le gustaría tener juntos a la puerta de su casa a delincuentes y policías capaces de disparar a la menor provocación.

En fin, a las quejas por el intento de cambiar la FGR en la capital hay que agregarle el hecho de que ni de adorno sirve el titular que despacha en esta frontera… como no sea, claro, para “liberar” consignaciones por jugosos moches.