Molesto por la gaza y otras mexicanadas

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LA COLUMNA / de El Diario / miércoles, 26 agosto 2020

-Molesto por la gaza y otras mexicanadas

-Hubo a quienes benefició uso de antimotines

-Pagan unos ministeriales por otros

-Anda desaparecido el enlace empresarial

Justo cuando respondía el gobernador Corral con enojo y exasperación a las preguntas de los periodistas sobre plazos incumplidos, fallas y sobre precios en varias obras del Estado construidas en Juárez, maquinaria de una constructora levantaba el cemento recién instalado en un tramo de la gaza Juan Pablo II y Francisco Villarreal porque les quedó “una curva que podría ser peligrosa” para los conductores.

Javier Corral debe mostrar su enfado, bañar en bilis y desplegar toda esa capacidad de castigo que le atormenta cráneo adentro, pero contra quienes le juegan a las chicanas y le presentan caras mexicanadas por obras de primer mundo.

Son “distorsiones” las presentadas en las notas informativas correspondientes, acusó el gobernador y salió por peteneras en su conferencia de prensa del lunes para no abordar esos delicados temas.

Hace mejor que bien la Presidencia Municipal en advertir que no recibirá la dichosa gaza hasta que la Secretaría de Obras Públicas del Gobierno del Estado corrija las múltiples deficiencias, motivo de señalamientos solventados por distintos sectores de la sociedad.

La construcción y posterior destrucción de un camellón en la gaza corrobora que el proyecto fue elaborado por profesionistas que ni conocen el lugar ni consultaron a urbanistas. En el lugar pueden ser apreciadas, además, zanjas y hoyancos dejados por las constructoras.

Lo mismo ocurrió con el puente chueco de la Arizona y Juan Pablo. Afortunadamente los puentes enanos fueron impedidos por el puntual señalamiento del líder de los transportistas de carga, Manuel Sotelo.

No será sorpresa alguna, sin embargo, que luego tengamos similares o idénticas historias con la ruta troncal, cuyos proyectos son desconocidos por completo para el grueso de los juarenses. Nadie sabe en qué rodillas fueron elaborados.

Si hablamos de nuevo sobre la gaza, videos y fotografías no dejan nada a la imaginación porque ahí están los hechos; las distorsiones son las que recibe el gobernador en sus tarjetas informativas y que luego se convierten en literales mexicanadas.

De último minuto fuimos informados que renunció o fue renunciado por todo ello el secretario de Obras Públicas, Gustavo Elizondo, responsable operativo de las chicanas.

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No todos bufaron de coraje por el desalojo de productores en la ciudad de Chihuahua ocurrido la noche del domingo y madrugada de lunes.

Fueron requeridos allá los servicios de al menos 50 “agentes viales” que eran mantenidos en Ciudad Juárez en “proceso de rehabilitación” contra las mordidas.

Los policías dependientes de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal a cargo de Emilio García Ruiz fueron traídos a Juárez hace casi dos meses sin protocolo ni función específica alguna; regresaron entre sábado y domingo temprano para cumplir funciones de “antimotines” en Palacio de Gobierno.

El rótulo de sus patrullas habla de la improvisación e irregularidad: “policía vial”. En Juárez las labores de tránsito en las calles corren legalmente a cargo del Municipio y de nadie más. Ni modo que lo ignore el jefe García.

Es obvio que el propósito fue de sanción no solamente hacia esos elementos policiacos sino a toda la corporación de Vialidad en la ciudad de Chihuahua, conformada por cerca de 150 integrantes. Los quisieron presionar para que renunciaran.

Durante mucho tiempo la Policía de Vialidad, o de tránsito, ha cargado con la fama de corrupción en todo el país, así que la Ciudad de Chihuahua no es la excepción pero si no fuera por eso hoy estaría destituido de su cargo en la Comisión Estatal de Vivienda y su hijo procesado por intento de fraude a una aseguradora, Carlos Borruel Baquera, quien con la ayuda de hermanos suyos en la Municipal y en Vialidad armaron un cochinero de expediente en un accidente vial. Asuntos Internos guarda con celo los dictámenes respectivos.

Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre. Emilio García quiso dar una lección a los agentes viales enviándolos a Juárez y a otras plazas del estado, pero tomó la decisión al estilo del patrón: improvisada e irregularmente, sin más fundamento legal de que es una policía estatal.

A Juárez contra la inseguridad no le sirvió ni un milímetro, en cambio debió ser muy importante el gasto en hoteles y alimentos. Los agentes viales ya están de regreso en casa… y a lo suyo.

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El comisario jefe, Hugo Mendoza Castellanos, coordinador de la Agencia Estatal de Investigación, mandó al área de Asuntos Internos de la Fiscalía General más de una decena de casos de elementos involucrados en la ordeña de combustible de las patrullas.

Al ordenar desde el mes pasado por oficio (puede verse en la versión digital de La Columna) la aplicación de medidas de austeridad específicamente en el uso de gasolina, fueron detectados los casos de quienes se pasaban de listos. Usaban, como ya se había mencionado, hasta el triple del gasto mediante tarjetas, incluso en unidades “yonqueadas” o siniestradas.

Velozmente el comisario instruyó las carpetas de investigación correspondiente y las envió a Beta 04, como le llaman a Inspección Interna, un área casi de adorno con la que, sin embargo, comúnmente son amenazados los agentes.

Esa velocidad quisieran los agentes haberla visto cuando reclamaron y les negaron el pago retroactivo del año, cuando exigieron explicaciones de lo que les quitan para pagar a Pensiones del Estado y cuando han protestado porque los hacen trabajar días de descanso, horas extra y turnos extendidos.

Porque en efecto no dudan que haya quienes, antes y después de las medidas de austeridad dictadas en julio, ordeñaban sus patrullas. Con mil formas diferentes de hacerlo, seguro sobran los casos de elementos de la AEI que le sacan provecho al uso de sus pickups de ocho cilindros.

Pero ni son todos los que están ni están todos los que son; y por contrario, hay agentes y comandantes que están pagando las consecuencias de las acciones de algunos ministeriales abusones.

A raíz de esto, con una fórmula aplicada desde el escritorio piden a los agentes que no gasten más gasolina incluso aunque lo necesiten, lo que ha afectado la operatividad de la agencia.

La decisión de castigar a unos en Asuntos Internos y a todos los demás con el uso de las unidades tendrá sus consecuencias negativas en las áreas sustantivas y los resultados de los investigadores.

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En los consejos empresariales de Chihuahua y Juárez, igual que al interior de las cámaras que los integran, les ha causado extrañeza la ausencia federal en el momento crítico por el que atraviesa la iniciativa privada.

Javier de la Vega, operador e intermediario con el sector que despachaba al lado del superdelegado Juan Carlos Loera, anda desaparecido.

Tal vez es a causa de la pandemia, tal vez por las grillas morenistas, pero el caso es que el funcionario salió del escenario y ni siquiera se despidió. Hasta se habla de que pudo haber aventado el arpa por los roces constantes de la administración federal con el sector privado.

De la Vega era el responsable de articular la comunicación y los acuerdos con los líderes de la iniciativa privada, darles seguimiento y proyectar cercanía del Gobierno federal. Hacía la talacha con los empresarios, pues, que en eso de la política no hacen malos quesos.

De paso, el también empresario aprovechaba para apuntalar el proyecto de Loera de la Rosa precisamente en un sector donde Morena batalla para penetrar, no así el operador económico federal. Él se deslizaba como cuchillo en la mantequilla en los restaurantes más elegantes de la frontera y la capital.

Sabía usar sus talentos en esas artes de la relación entre el poder político y económico, bagaje con el que cargaba desde los tiempos de la hegemonía priista.

Sin embargo, ya han pasado más de tres meses en que el Gobierno federal a nivel local cortó en gran medida la comunicación con el empresariado, a causa de la aparente baja de De la Vega.

No se sabe si fue por decisión propia o forzado por las circunstancias, pero en la IP extrañan el oficio en materia económica y financiera.

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La Washington Academy of Political Arts & Sciences cada año otorga los premios NAPOLITANS, que son los reconocimientos prestigiosos y codiciados de la industria política, siendo reconocidos por docenas de medios internacionales como los Óscar de la política.

Ganar la estatuilla dorada significa recibir un alto galardón para un profesional de ese complicado mundo.

Tenemos que la chihuahuense, Carmen Urías, ganó el Youth Leadership Award, categoría que reconoce a los jóvenes promesa menores de 30 años que trabajaron en diferentes áreas de la política.

Participó con las estrategias de comunicación política implementadas en el Canal del Congreso de México.