Ayer estuvo José ‘El Siniestrillo’ Luévano Rodríguez por más de dos horas con su patrón Javier Corral en Palacio de Gobierno
LA COLUMNA de El Diario / jueves, 24 diciembre 2020 |
-Revisan en Palacio el guión sobre un crimen
-La impugnación que tambalea a Morena
-Presupuesto sí va, pero el crédito hasta enero
-Maderistas podrían apostarle a segunda vuelta
Ayer estuvo José “El Siniestrillo” Luévano Rodríguez por más de dos horas con su patrón Javier Corral en Palacio de Gobierno.
Fue Luévano secretario particular del gobernador hasta ser sorprendido filtrando información a medios de comunicación. En “castigo” fue enviado como director del Ichife, el Instituto Chihuahuense para la Infraestructura Educativa del Estado.
Al salir de su prolongado encuentro con Corral, dijo que estuvo atendiendo asuntos relacionados con el Ichife, pero se hizo acompañar solo por un individuo que hace las veces de escolta y “secretario particular” (en versión digital las fotos correspondientes). La reunión fue solo de dos.
Sin duda el tema que llevó a Luévano con Corral fue uno muy distinto al de su función, su involucramiento en el crimen de la periodista, Mirolava Breach Velducea, privada de la vida el 23 de marzo del 2017 por una facción del Cártel de Sinaloa que opera en los límites de Sonora y Chihuahua.
Hace unos días fue detenido por ese motivo otro panista, exalcalde de Chínipas, funcionario estatal en la Secretaría de Educación y operador de todo tipo de Corral, Hugo Schultz.
La Fiscalía General de la República detuvo al funcionario por grabar llamadas telefónicas con la periodista y entregarlas al grupo delictivo que ordenó el crimen, Los Salazar. Aparecen involucrados en esa trama Luévano y el actual vocero del PAN en el Congreso del Estado, Alfredo Piñera.
Seguramente Corral nunca dimensionó las consecuencias de su propia operación con Schultz hasta ahora que su colaborador ha sido llevado a la cárcel.
Debió revisar con Luévano los guiones que deben poner en marcha para las futuras audiencias de juicio oral y eventuales detenciones de ellos mismos.
Finalmente la lumbre los ha alcanzado.
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Berrinche o como pueda ser calificada la impugnación que finalmente decidió interponer el senador por Morena, Cruz Pérez Cuéllar, contra la encuesta que convirtió a Juan Carlos Loera en candidato de ese partido a la gubernatura, será motivo de gran polémica en las siguientes semanas y de final impredecible.
El “advenedizo” Cruz para algunos sectores guindas sigue siendo senador de la República y ha logrado una penetración extraordinaria en las filas Morenas al grado que propios y extraños siguen reconociendo que siempre encabezó las encuestas elaboradas tanto por Morena como por otros partidos y medios de comunicación.
Si ya decidió el legislador impugnar el balde de agua fría que recibió el domingo en la Ciudad de México es porque va en serio.
Sus asesores presentarán antes las autoridades jurisdiccionales electorales los elementos técnicos que no encajan entre el método legalmente contenido en la convocatoria lanzada por Morena para tomar la decisión y el resultado final de la encuesta.
Habrá exhibida fenomenal a lo que Pérez Cuéllar ha denominado “encuesta cuchareada”, pero al mismo tiempo coloca en modo espera la definitividad de Loera como candidato hasta que los órganos electorales resuelvan la impugnación.
Esas no son buenas señales ni para el nominado ni para su partido. Deberán resolver con urgencia el entuerto e impedir que les ocasionen daños las olas que hará Cruz en adelante.
Depende particularmente de la operación política institucional inclusive el triunfo en la elección del primer domingo de junio del año entrante.
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Abortada de última hora la reunión de la Comisión de Presupuesto, que fue programada para el martes pasado por la tarde, el dictamen para contratar más deuda por mil 600 millones parece que habrá de enviarse hasta el mes de enero.
Los diputados integrantes de la comisión, encabezados por el panista Jesús Valenciano, de plano no vieron avances en la posibilidad de negociar ese nuevo préstamo que ahora pide Javier Corral.
Aunque hubo intentos del Palacio de Gobierno, a ninguno de los legisladores le llegaron al precio. Al menos no por ahora.
Así, de entrada, lo que se prevé es que los diputados saquen el paquete económico 2021 (Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos) para arrancar el año sin contratiempos. Al comienzo del ejercicio siguiente seguramente saldrá el dictamen del préstamo y ya se verá fecha para subirlo al Pleno.
El período de sesiones termina el último día del año, así que incluso dentro del receso podría llamarse a un extraordinario.
La solicitud para contratar más deuda era sin duda una apuesta inviable, más que por cuestiones financieras por las condiciones políticas.
En el supuesto de que un análisis a fondo considerara técnicamente viable el crédito, los legisladores no podrían avalar la petición porque iría incluso contra las convicciones de quienes han visto cómo el corralismo ha llevado a la entidad a ahondar el desastre financiero.
Ahí está el brete en el que la falta de planeación y la voracidad corralista en el año de Hidalgo puso a los diputados locales, a quienes no les quedó más remedio que “seguir en el análisis” de la propuesta que apunta a hundirse en los próximos días.
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De los más de ocho mil 700 panistas que existen en el estado con derecho a voto en su partido, se estima que votarán más de seis mil en las elecciones del 24 de enero, para elegir candidato a gobernador de entre la tercia compuesta por María Eugenia Campos, Gustavo Madero y Carlos Borruel.
En uno de los escenarios que estudian los maderistas en estos días, los tres tendrían su registro el dos de enero para comenzar a hacer precampaña al día siguiente. Vendrían luego 20 días de proselitismo que serían la clave para la definición de la candidatura.
En la actualidad la estimación más optimista para el proyecto de la alcaldesa de la capital no llega a la mayoría del 51 por ciento, y la incursión de Borruel podría representarle una baja en la votación.
De acuerdo a los estatutos del PAN, si un candidato en elección interna no obtiene la mayoría absoluta, debe tener cuando menos el 37 por ciento de los sufragios y una diferencia de cinco por ciento o más del segundo lugar. Si no es así se obliga a la Comisión Electoral a realizar una segunda vuelta.
Entonces, acercarse a Maru con los indecisos que quedan y con los miles de militantes que no votan en los procesos internos, podría ser la apuesta del equipo de Madero que, según las matemáticas electorales, al momento se encuentra con una diferencia de entre el 10 y el 15 por ciento por debajo de la alcaldesa.
Forzar a una segunda vuelta si de plano no se alcanzan los votos -que ya están muy repartidos y sobre todo Campos Galván tiene un dominio muy marcado en la ciudad de Chihuahua con nueva militancia- se ve como un objetivo alcanzable en el equipo maderista.
Es como un plan alternativo si es que a Maru la Comisión Electoral no le sale con alguna maldad u ocurrencia de declararle inválido su registro al arrancar el nuevo año.
