Oxígeno para Covid aunque sea en pick up

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GPS / Columna / El Diario de Chihuahua / lunes, 26 octubre 2020 |

-Sigue la crisis, ahora no hay pruebas

-Franco abuso de los mordelones de Vialidad

-“Corral miente una vez más”, le dicen

Las personas están teniendo que contratar el servicio de renta de tanques de oxígeno para paliar, en las etapas iniciales de Covid, los problemas de respiración.

Es un asunto muy delicado, que debe realizarse bajo la supervisión de personal médico o al menos de enfermería.

No es lo más recomendable de manera general, de acuerdo a lo que nos dicen los médicos, pero no hay de otra, porque hay mucho temor de ir a los hospitales.

Las instalaciones médicas están excedidas en cuanto a las camas y los respiradores, y cuando hay suficiencia, por ejemplo en el sector privado, se están pidiendo arriba de 500 mil pesos de anticipo como garantía.

Y todo ello con lo que significa el aislamiento total de los seres queridos, a lo cual las personas no están dispuestas. Los que entran y son intubados tienen un alto margen de ya no salir de allí con vida. Prefieren pasar sus últimos días en casa.

La imagen que mostramos en nuestra edición digital de GPS es de la transportación de un tanque con oxígeno sobre una pick up.

Va el tanque amarrado, casi listo para ser utilizado.

Hay muchos negocios que ofrecen el servicio de oxígeno, pero se trata de una medida que debe ser recomendada por un médico de acuerdo a las condiciones del paciente y no ser decisión auto administrada. Pero a veces no queda otra salida.

Es sin duda demostración del fracaso del sistema de salud pública, más entretenido en generar programas de conteo de contagios y muertos, con mil generales encabezados por Javier Corral y pocos soldados mal pagados, en lugar de buscar soluciones.

Por supuesto, además enredado el gobernador en sus sueños políticos, que a los chihuahuenses ni les va ni les viene, con su salud y economía comprometida.

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El letrero en una hoja de color rojo, igual que el semáforo epidemiológico, es lo primero que puede verse al llegar al Centro de Salud San Felipe, uno de los que todavía hasta hace unas semanas era algo que medio funcionaba para atención médica a la población abierta.

“Por el momento no se realizarán pruebas de Covid-19 hasta nuevo aviso. Gracias por su comprensión”, dice el mensaje pegado en una puerta a la vista de todos. La imagen correspondiente en la versión digital de GPS.

Al lugar acudía gente sin servicio médico en las instituciones de seguridad social, generalmente de bajos recursos, y además se realizaban las pruebas diagnósticas que ingresaban de forma oficial al registro de la Secretaría de Salud.

Dejaron de aplicarse las pruebas desde hace algunos días no por alguna disposición que las fuera a centralizar ni tampoco por ocurrencia de los empleados.

Lo que dicen los trabajadores es que dejaron de aplicarse porque simplemente ya no hay forma de hacerlas, se acabaron los insumos y reactivos que supuestamente había de manera abundante.

Por eso los empleados piden que mejor ni acercarse a las instalaciones, menos si van con la idea de que por sospecha de Covid los podrán atender.

Lo peor es que advierten que es el inicio de una escasez de pruebas a nivel estatal, dado que no se han comprado más lotes por las autoridades de salud. Era lo que faltaba: ante el alza de casos la imposibilidad de un diagnóstico que obviamente es básico para recetar el tratamiento indicado. La crisis sigue agudizándose.

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Es mucho el abuso cometido por los oficiales de Vialidad que el viernes salieron como sabuesos en busca de incautos que no se percataron del fantasmal decreto del semáforo en rojo.

La imagen es de una de las infracciones levantadas ese día, que estuvo circulando en redes sociales, como ejemplo de la persecución inaudita.

Como argumento se pone el acuerdo emitido por la noche del jueves, que apenas pudo ser conocido por redes sociales, que ahora son el conducto oficial del gobierno para dar a conocer sus acuerdos oficiales.

Igual hizo la Coespris en las unidades mixtas que salieron también en busca de negocios que sancionar con afanes evidentemente recaudatorios.

Muy diferente la postura asumida en Juárez y Chihuahua por los respectivos ayuntamientos. En la frontera se estuvo llamando la atención en primer lugar, amonestaciones verbales, dándole a conocer a las personas la entrada en vigor del rojo y sus consecuencias.

También es muy distinta esa persecución ciega al tono en que se dirige la alcaldesa Maru Campos a los chihuahuenses, en un tuit que le mostramos en imagen. “Cuidarnos es responsabilidad de todos, te invito a conocer las actividades esenciales permitidas y a seguir las medidas de higiene”. Un tono muy diferente.

La página Cambio.gob.mx se convirtió en referente fotográfico de las medidas draconianas adoptadas a escondidas de los chihuahuenses y que se encontrarán en vigor de manera indefinida.

Con la brújula extraviada, hasta eso se presume.

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Se ha convertido Javier Corral en una carga para los chihuahuenses. Sin ton ni son administra la exigua hacienda estatal y encima de todo, ha dejado de ser interlocutor con la federación, con la cual sólo cuida los asuntos de su peculiar interés electoral.

Sus afirmaciones de fin de semana en contra de la Presidencia de la República por una supuesta negativa de proporcionar ventiladores, encontró puntual respuesta en el mismo tono por el delegado Juan Carlos Loera.

“Es lamentable que un tema tan serio y que ha costado miles de vidas y contagios en #Chihuahua sea abordado de una manera tan frívola por @JavierCorral, quien miente una vez más al decir que el @GobiernoMX niega ventiladores a Chihuahua”.

Le dedica cuatro mensajes en redes sociales para explicar lo que están haciendo Insabi, IMSS e ISSSTE en materia de ventiladores.

Es una repasada y desmentida completa. Pero el problema no es ese.

La cuestión es que politiza y pervierte el tema del Covid, como lo hizo en su momento en el de seguridad y en el del agua.

Contrario al Rey Midas, lo que toca lo convierte en problema. Tiene una facilidad increíble para conflictuar hasta el más mínimo tema.

Por eso decimos que es una carga, porque ya ni cacha, ni picha ni deja batear. Tiene cero capacidad de diálogo y concertación. Es menos que un cero a la izquierda. Y eso sí es un problema, cuando aún le quedan once meses de administración.

Es cuando surge la pregunta, ¿Y los chihuahuenses que culpa tenemos?

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Dentro del decreto emitido por el Gobierno del Estado a través del Secretario de Salud, el no médico Eduardo Fernández, se contempla un Comité de Seguimiento a las medidas relacionadas con el Covid, principalmente, queremos entender, conocer de fondo los indicadores que determinan los cambios.

Debe en beneficio de los mismos chihuahuenses, darse a conocer la integración de dicho Comité y transparentarse sus acuerdos. Ya entrados en gastos inclusive transmitirse en redes sociales sus reuniones.

De otra manera, el mencionado Comité sólo será un artificio más para validar decisiones equivocas adoptadas desde el Gobierno del Estado, que han costado cientos de vidas y miles de contagios en chihuahuenses, cuyas secuelas serán permanentes.