La Visión de Chihuahua / 5 de noviembre 2020
Sabrá Dios en qué termine la elección presidencial de los Estados Unidos, al momento de escribir la columna estaban por confirmar el triunfo de Biden en Michigan, de ganar lo acercaría a sólo seis votos electorales de la Presidencia. Sin embargo Trump ha insistido en que recuenten los votos en estados claves que ha perdido por márgenes estrechos. Su estrategia es llevar la elección a la Corte y si allá es como acá, pues ya sabemos, cuatro años más de Presidente.
Pero, como dije, hasta hoy nadie puede adelantar un resultado, lo más probable es que terminen judicializadas como las de Bush contra Al Gore, en ese caso los ciudadanos estadounidenses tarden semanas antes de saber quien será su presidente los próximos cuatro años.
Con independencia del resultado final, estoy convencido de que Trump ya ganó, así pierda las elecciones dejará un legado indeleble. Hizo fructificar con éxito la semilla de odio, discriminación, racismo, insulto, vejación a las minorías y puso, otra vez, al comunismo en el centro del debate público. Para muchos ciudadanos norteamericanos Biden es comunista al que jamás votarían. Están sinceramente convencidos, el mundo de vuelta a los tiempos de la Guerra Fría.
La polarización social es hoy el mejor y más confiable instrumento electoral del autoritarismo populista. La sociedad que presume de tener la más antigua y madura democracia del mundo, no está eligiendo a sus gobernantes en respuesta a expectativas de mejoramiento social, servicios públicos, estabilidad económica, eficiencia, responsabilidad y pertinencia de políticas públicas. Elige apalancada en viejos odios y rencores largamente reprimidos e ideologías que asumimos sepultadas.
Estamos frente a una especie de percepción social sobreexcitada en la que, nos guste o no, todos hemos caído al tomar parte activa en el debate, autodestructivo, de la confrontación. Los conceptos aprendidos de la madre Grecia, cuya profundidad humanista forjó la civilización occidental están siendo sustituidos por valores inspirados en el rencor y el miedo. Las nociones de armonía social, respeto a la pluralidad, contrato social, están amenazados por sus contrapartes; polarización, maniqueísmo ideológico, sociedades clánicas.
Quizás no lo hemos advertido, pero al trastocar los valores mejor cimentados de la civilización occidental, ponemos en peligro lo más sagrado en la vida de todo ser humano: su derecho inalienable a la libertad. En gobiernos autoritarios que hacen del odio, el insulto, la intolerancia su política social, jamás florecerá la libertad. Por eso digo que Trump ya ganó, aunque pierda otros seguirán sus pasos, consiguió instaurar el “trumpismo”, un movimiento inspirado en poderosos mensajes de odio, confrontación, especialmente reducido a las minorías crédulas.
Para que vayamos pensando lo que nos espera en las elecciones 2024 a los mexicanos libres. Veámonos en el espejo del imperio, la soez ambición de un solo hombre pone a prueba la credibilidad de una de sus más respetadas y solventes instituciones; la Corte Suprema. ¿Cómo nos veremos nosotros en la elección 2024, con un dictador populista que socava o somete a las instituciones del país y hace ostentación de acumular poder? Dejo la pregunta con propósito reflexivo a los promotores del “Sí por México” y sus aliados. Sigan pensando que con un buen slogan ganarán. Su inocencia me admira, por eso les llaman ternuritas.
Hay esperanza, si gana Biden y le validan el triunfo, como muy probablemente suceda, entonces también los electores mexicanos comprometidos con la libertad recibirán un poderoso mensaje: es posible vencer al populismo autoritario. Por eso mi deseo es que gane el demócrata, sería un triunfo inspirador para muchos mexicanos.
Rompeolas
Suelo ser critico asiduo de Javier Corral, pero esta vez reconozco su valentía para reducir, en la medida que se pueda, la movilidad en la entidad, así haya tenido que golpear fuerte la economía estatal. Con los hospitales saturados, el personal médico agotado, dificultad para conseguir medicinas y la irresponsabilidad de muchas personas que deciden, por que si, hacer caso omiso de las advertencias de sana distancia, únicamente enérgicas medicas como las implantadas a partir de hoy podrán contener la creciente mortandad por causa del Covid. Sólo ayer murieron, que se sepa, 75 personas en los diferentes hospitales de la entidad. Estoy de acuerdo, debió reaccionar antes y no hubiese tenido necesidad de llegar a este punto extremo, pero no lo hicieron, ahora es imperativo resolver la emergencia como sea, nada es más importante que la vida humana y además, mientras estemos sometidos al Covid nunca prosperará la economía, lo han dicho los analistas internacionales mas acreditados. Bien, por Javier, aquí dejo la de cal por las que van de arena.
