La Visión de Chihuahua / 15 de enero 2021
Dos severos e inesperados golpes, directo al ánimo, recibieron Javier Corral y Gustavo Madero arrancando el año. El primero tiene que ver con el amparo “de los buenos” concedido a finales del año pasado a Maru Campos y a César Jáuregui por un Juez Federal en Juárez, hecho público en días pasados; el segundo, la nueva prórroga a la audiencia definitiva de César Duarte, en tribunales de Miami.
Cuando digo directo al ánimo me refiero a que ambas acciones, sin vínculo una con otra, los han debilitado anímicamente. Ahora mismo nada es más importante en Palacio que ganar las dos batallas judiciales y cuando parece que están por recibir noticias positivas, les llegan puras malas, frustrando sus planes. Trágame tierra, contrariedades así doblan hasta a los más pintados.
¿Qué harán ahora? Sus posibilidades se reducen y el impulso para defenderlas cede. Funcionarios cercanos al gobernador ven difícil que Gustavo gane las internas, sin embargo insisten en llevarla a proceso después del 24 ¿En serio? No le han hecho nada como precandidata, actuarían contra ella una vez ganada la interna. Vean el escenario completo, por favor. Como dicen en el barrio de las Chivas, se me hace muy ojona para ser paloma.
Lo mejor, en lo que ha insistido ésta columna, para los grupos del PAN es que tomen conciencia de la importancia que tiene la unidad partidista, pues las fechas fatales están a la vista y si llegan a ese punto con los cuchillos desenfundados, les resultará difícil acordar soluciones negociadas. No habrá tiempo para levantar muertos ni sanar heridas.
Y si, en caso de que los pronósticos se hagan realidad y Maru consiga quedarse con la candidatura, pues serán ella y su grupo quien lleve mano en los acuerdos finales, pero también los responsables y obligados a procurar la paz. Es simple lógica política.
Además, concentrados en sus disputas internas, no han tenido tiempo de ver lo que sucede en su entorno. Da la impresión que Corral se paraliza por que sus planes no salen como los tenía previstos. Como bien saben, cada espacio vacío que deja por el ensimismamiento, es ocupado por sus adversarios ¿Lo han notado?.
Un ejemplo de la inoperancia política es que hasta un personaje muy venido a menos como Carlos Borruel, se da el lujo de amenazarlos con irse a Morena o, peor, de plano ya se fue, suponiendo que el anuncio de su hija Mónica no sea un blof. Otro el que Miguel Riggs asegura tener la candidatura a la Presidencia Municipal en la mano, y que presume que le bastó con decirles que estaba listo para Movimiento Ciudadano, en caso de que se la negaran.
Otra vez la pregunta ¿En serio? ¿Esos chantajillos pegan? Es lo que parece y en política lo que parece, es. Javier y Gustavo lo saben y también que en política percepción es realidad. Bien, pues ahora mismo la percepción de la clase política, dentro y fuera del PAN, es que Maru dio vuelta a los momios y en este momento de la interna lleva las de ganar.
Rompeolas
¿Y sobre César Duarte? Pues lo mejor que podría hacer Javier Corral es dejar el tema en su cajón personal y cerrarlo bajo llave. Si después tiene la suerte de que lo manden a Chihuahua antes de que concluya su mandato, abrirlo anunciar a los cuatro vientos que logró presentarlo ante los tribunales, siempre y cuando el “as de oros” esté a buen recaudo en una de las celdas de San Guillermo, antes no. Así evita equivocaciones que mueven a la hilaridad social.
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Que a Carlos Borruel no le darán ni un vaso de agua en el PAN, en caso de que esté tirándose al piso para llamar la atención. Al contrario, muy pronto podrían notificarle a su esposa, yernos y demás familiares empleados en gobierno que pasen a la oficina de personal por su cheque de liquidación, obviamente mermado en atención a los tiempos de austeridad forzada. Carlos se enganchó en una aventura sin destino; en el PAN no les resulta necesario y en Morena no tiene asegurado nada, la alcaldía será ofrecida al más redituable electoralmente y Carlos no está entre los primeros.
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En vez de calentar a César Augusto Peniche para que vaya de candidato a la Presidencia Municipal juarita, donde el PAN suma cero, los operadores de Rocío Reza –suponiendo que los tenga- deberían dialogar con Javier González Mocken. Si realmente Loera sucumbe a los chantajes de Cabada y otros cercanos al delegado Enríquez y desechan a González Mocken, éste sería una alternativa viable para el PAN. Y que se apuren, pues también lo pretende el Caballo para Movimiento Ciudadano, desplazando al guero Martínez. Abusado, güero, en política no hay palabra, ya deberías saberlo.
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¿Quién habrá sido el inocente empresario que soltó un millón de pesos a Cruz Pérez Cuéllar, justo un día antes de los destapes de Morena? La colecta estuvo de regular para arriba, dicen. Pero ninguno tan ingenuo como ese empresario ¿Quieren nombres? Se los digo en corto, es de vergüenza que se dejen ver así la cara. ¡Un día antes del destape suelta un melón!. Hay que verlo.
