El Observador / 27 de octubre 2020
La Alianza Federalista se lanzó con todo en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador. Cada uno de los gobernadores que la integran, desde sus respectivos estados, hicieron pronunciamientos y fuertes reclamos.
Lo menos que pidieron fue respeto a la dignidad y a la soberanía de los estados. Cada uno de los 10 gobernadores fue arropado por sus sectores locales: políticos líderes, empresarios, representantes de poderes, etcétera.
Exigieron un mejor presupuesto y que el Gobierno Federal se haga cargo de la pandemia en las entidades federativas, no que deje todo en manos delos gobiernos que ya no tienen recursos.
Pero no solo dinero, también exigen medidas reales para frenar la pandemia, porque ven claramente que lo único que hace el Gobierno de la República es dar cifras y declarar que estado se mueve de color en el semáforo.
Porque ni un mejoralito manda a los estados de la Alianza y que en su mayoría, son los que más rebrotes están registrando.
Ahora, después del pronunciamiento al unísono, siguen las acciones jurídicas o judiciales; van por amparos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que aunque no favorezca en una eventual resolución, por su afinidad a El Peje, al menos si se verá atiborrada de recursos legales que le llegarán de los 10 estados, individuales, colectivos, de municipios y de gobiernos.
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Hasta antes de que este Fisgón se retirara a un merecido descanso, el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua todavía no terminaba la sesión en la que otorgaría el reconocimiento a Redes Sociales Progresistas como partido político con registro nacional pero con autorización para competir en las elecciones locales.
Pero lo que más esperaban ansiosos los redesociaprogresistas, era el monto de prerrogativas que le será asignado para terminar el año y para las elecciones del 2021.
Se supo que el IEE no encuentra a manera de reasignar el presupuesto sin lastimar lo ya hecho para que el Congreso le otorgue más recursos.
Redes Progresistas se salvó de la guillotina del Instituto Nacional Electoral, quien le negó el registro como partido político, pero luego el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le enmendó la página al INE y le ordenó reconocerlo como tal.
Ahora toca el turno a los organismos electorales estatales hacer lo mismo y no solo darles el registro, sino además los recursos económicos para que funcionen.
Seguidores de este partido aseguran que aglutina lo mismo a maestros que a músicos, abogados, estilistas, obreros y de otras profesiones y oficios que, muchos desencantados de otros partidos y otros por formar parte de la experiencia, pero engrosan las filas redeprogresistas.
Por ahora, los bastiones son Juárez y Chihuahua, pero ya trabajan en una estructura territorial con miras al 2021.
Son encabezados por Noe Grijalva, de quien afirman que cuenta con todo el apoyo de Fernando González, el coordinador nacional y de la gente cercana a la maestra Elba Esther Gordillo, consejera nacional de este nuevo instituto polìtico.
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Tras la publicación del prestigiado periódico Reforma, por todo México salieron voces a exigir la inmediata renuncia de los super-delegados, virreyes, o simples “delegados del Bienestar” de la Cuarta Trasformación.
Esto porque están metidos en una campaña electoral desmedida en busca de las candidaturas al gobierno de los estados, pero usando los recursos públicos que les mandan para entregar apoyos.
Aunque el presidente Andrés Manuel dio de plazo al 30 de octubre para que todo servidor público de la 4T renunciara sus cargos si querían entrarle a las campañas electorales, los delegados andan desatados.
El de Chihuahua, Juan Carlos Loera de la Rosa no es que se haya hecho menos, al contrario, recorre el estado haciendo actos públicos pero parece olvidar que es un representante del Gobierno Federal, porque lo hace a nombre propio.
Nada menos el pasado fin de semana, en la región noroeste, el súper delegado del bienestar entregó títulos de concesión de pozos para uso agrícola, de esos que solo la Conagua autoriza, vigila y controla.
Los virreyes identificados haciendo lo mismo que Loera en el país, son: Alejandro Ruiz Uribe de Baja California; Víctor Castro Cosio, Baja California Sur; Indira Vizcaíno Silva, de Colima; Lorena Cuéllar de Tlaxcala y Pablo Amilcar Sandoval de Guerrero.
Todos han manifestado públicamente sus aspiraciones de ser candidatos a gobernador por Morena.
Marko Cortés, presidente nacional del PAN, lamentó el uso y abuso de los súper delegados, mientras que el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, criticó que el Gobierno destina millones de pesos de los recursos públicos para los salarios del “ejército electoral” del presidente Andrés Manuel López Obrador.
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Pues por más que digan que “es un honor estar con Obrador”, la realidad es que ya cada día son menos los que lo dicen públicamente.
Bueno sí, unos 5 mil 700 que sí acudieron a la convocatoria de los simpatizantes de AMLO para reunirse el sábado pasado en torno a Zócalo de la Ciudad de México.
Ah, pero la convocatoria era para junta un millón de personas en respaldo al presidente contra los ataques de la “derecha ultraconservadora”, de hecho, la actividad se denominó “Marcha del Millón”.
Según cálculos del propio Gobierno de la Ciudad de México, apenas lograron reunir la mísera cantidad de 5 mil 700 simpatizantes.
Hace unas semanas, el Frente Anti-Amlo reunió muchas más de las 200 mil que pidió El Peje para presentar su renuncia y claro que ni de broma iba a cumplir.
De esa concentración nació la idea chaira de juntarle al presidente un millón de gritones de apoyo, pero hasta mal se vieron gritando el orgullo lopezobradorista.