XXII Asamblea Nacional Ordinaria: Chihuahua reafirma su compromiso de renovarse, transformarse, reconstruir y mantener la confianza de la ciudadanía.

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MENSAJES DE NUESTRAS AUTORIDADES DEL COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DEL PRI Y PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, LICENCIADO ENRIQUE PEÑA NIETO, EN LA SESIÓN PLENARIA DE LA XXII ASAMBLEA NACIONAL ORDINARIA.

 

 

Mensaje de la Maestra Claudia Ruiz Massieu, Secretaria General del CEN del PRI, en la Sesión Plenaria de la XXII Asamblea Nacional Ordinaria del Partido Revolucionario Institucional, realizada en Palacio de los Deportes, el sábado 12 de agosto de 2017.

 

 

  • La verdadera fuerza del PRI radica, en nuestra vocación plural y social, en nuestra capacidad permanente de adaptarnos a lo que la realidad exige.

 

Con el permiso del Presidente de esta Asamblea, Doctor Enrique Ochoa Reza, Presidente Nacional del Partido Revolucionario Institucional.

Compañeras y compañero delegados, pongo a su consideración el dictamen que integran las conclusiones de las cinco Mesas Nacionales Temáticas en las que concurrimos las y los militantes de todas las regiones del país, a debatir en libertad sobre el futuro de nuestro partido y el proyecto de país que habremos de presentar a la ciudadanía para refrendar su confianza en el próximo proceso electoral y en los presentes años.

En este documento se expresa todo aquello que nos identifica y nos une como priistas. El orgullo que sentimos por los logros de más de ocho décadas al servicio de México y la visión de lo que hay que hacer para profundizarlos.

La sensibilidad para escuchar las exigencias de los mexicanos y la determinación para instrumentar nuevas vías. La humildad para entender que debemos comprometernos con una conducta ética en la política y la convicción de que nadie como el PRI puede conciliar las expectativas de la diversidad nacional y encabezar las transformaciones que nuestro país requiere.

La verdadera fortaleza de un partido se revela cuando se mira al espejo y pone a prueba sus dinámicas internas.

Es ahí donde se demuestra su pluralidad, su apertura y su capacidad de renovación, porque para gobernar un país diverso como el nuestro, primero hay que ser plurales como partido; para dirigir los destinos de un pueblo libre como el mexicano, hay que tener antes prácticas democráticas; para aspirar a transformar a México, primero hay que demostrar capacidad de transformarnos como instituto político.

Aquí radica precisamente la verdadera fuerza del PRI, en nuestra vocación plural y social, en nuestra capacidad permanente de adaptarnos a lo que la realidad exige.

Desde hace 40 años, los priistas nos reunimos en Asambleas para definir juntos el camino a seguir. Esta XXII Asamblea Nacional en la que concurrimos decenas de miles de priistas de todas las regiones, de todos los sectores, de todas las corrientes y de todos los puntos de vista, ha significado una doble oportunidad:

La oportunidad de escucharnos entre nosotros, con pasión pero con respeto, para construir los consensos que nos permitan decir para qué queremos el poder, cuáles son los mecanismos y las políticas que vamos a proponer para transformar la vida de los mexicanos; qué practicas debemos de cambiar y cuáles debemos de adoptar para responder mejor a las exigencias ciudadanas; cómo ser un mejor partido y cómo construir un mejor país.

Y también la oportunidad de abrirnos a la ciudadanía para fortalecer al partido, pero sobre todo para servirla mejor.

Ninguna otra fuerza política podría, ni ha demostrado la voluntad, para realizar un ejercicio de consulta tan amplio, tan abierto, autocrítico e incluyente a su militancia.

Mientras para algunos el disenso es peligroso, para el PRI la pluralidad interna y la renovación permanente son parte esencial de nuestra historia, de nuestra identidad y de nuestro éxito. Lo que a otros les preocupa, a nosotros nos hace fuertes.

En esta Asamblea preocupante hubiera sido encontrar un partido de unanimidades, basadas en la disciplina ciega; pero lo que vimos fue un partido de consensos, fundados en el debate abierto, el desacuerdo franco y la conciliación sincera.

Preocupante hubiera sido ver una militancia muda, tímida y replegada; lo que escuchamos fue una militancia autocrítica, propositiva, con voz propia que no duda en hacer valer su derecho a ser tomada en cuenta.

Preocupante sería un partido de mujeres abnegadas, que esperaran a otra generación para que construyera una sociedad de iguales; lo que encontramos fue un partido de mujeres empoderadas, dispuestas a crear hoy esa sociedad de oportunidades y derechos para todas.

Preocupante hubiera sido encontrar un partido con jóvenes que se conforman con los espacios asignados; lo que tenemos es una juventud que peleó con pasión y argumentos por su derecho a participar para hacer partido y para hacer país.

Preocupante hubiera sido ver un partido anquilosado, confiado en victorias pasadas; pero lo que vemos es un partido dispuesto a renovarse, a refrendar sus aciertos, pero también aprender de sus errores.

Preocupante sería un partido que cree que ya lo sabe todo, que ofreciera las respuestas del ayer a los problemas de mañana, pero este es un partido dispuesto a explorar nuevas ideas, a probar soluciones nuevas y a romper sus propios paradigmas.

Preocupante sería un partido que escudado en una institucionalidad mal entendida, como inmovilismo, se le olvidara que también es revolucionario o que cegado por el afán de cambio sin proyecto olvidara que sin institucionalidad no hay unidad, y sin unidad no hay triunfos.

Somos un partido audazmente revolucionario, para cambiar lo que se agota y decididamente institucional para defender lo que es valioso: La democracia, la soberanía, la justicia social y la agenda transformadora de nuestro Presidente, el Presidente modernizador, responsable y valiente, el Presidente Enrique Peña Nieto.

Amigo Enrique Ochoa, Presidente de nuestro partido. Usted nos convocó a realizar una Asamblea que no buscara preservar tradiciones, sino imprimirle renovada sustancia; nos convocó a proponer las políticas y los compromisos para enfrentar los retos del presente y del futuro y hacerlo desde la pluralidad.

Con ese ánimo las delegadas y delegados a esta Asamblea hoy nos damos nuevos Documentos Básicos, con modernos instrumentos para servir a la gente, para hacer más grande a México y más fuerte a nuestro partido.

Tenemos hoja de ruta, porque sabemos qué queremos, para qué lo queremos y cómo vamos a hacerlo.

Nuestros documentos revaloran a la militancia, la reconocen, nos recuerdan por qué somos orgullosamente priistas y ratifican nuestro compromiso con México. Y también nos acercan a la gente, nos hacen más abiertos y más competitivos.

Compañeras y compañeros.

Hoy más que nunca el PRI debe refrendar una gran alianza con la ciudadanía, que reconozca que el ciudadano es el actor central de la vida pública y que son sus causas las que le dan sentido al partido.

Por eso la ruta de nuestra Asamblea ha sido clara: construir, reconstruir y mantener la confianza ciudadana, con una propuesta clara, viable, deseable, que ofrecemos como partido para ejecutar como gobierno.

Esta vez el PRI no cambia de nombre ni de siglas, pero sí se renovará con un sentido más esencial, más trascendente y más significativo en nuestras actitudes, en nuestras visiones y estilos de hacer política, para hacer buena y mejor política.

De esta Asamblea saldremos más fuertes, más unidos y más competitivos, con orgullo renovado, con energía y con pasión, pasión priista y ciudadana a ganar la confianza de los mexicanos y a mantener el gobierno para seguir siendo el partido que transforma a México, el partido del futuro de México.

 

Muchas gracias.

 

ANEXAMOS DOCUMENTO: Mensaje CRM-Plenaria

 

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Mensaje del Dr. Enrique Ochoa Reza, Presidente del CEN del PRI, en la Sesión Plenaria de la XXII Asamblea Nacional Ordinaria de este instituto político, realizada en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México, el sábado 12 de agosto de 2017.

 

Delegadas y delegados de la XXII Asamblea Nacional Ordinaria de nuestro partido.

La Asamblea Nacional del PRI está a punto de culminar. Han sido 107 días de trabajo destacado de todo el priismo nacional. De intensas deliberaciones. De un debate con pasión y con inteligencia. Y sobre todo, de grandes consensos alcanzados.

La ciudadanía ha estado muy pendiente de los trabajos de esta Asamblea Nacional.

Esta atención se debe a que los ciudadanos buscan en el PRI muchas respuestas.

¿Qué propuestas convincentes tiene el priismo para aprovechar las oportunidades del presente y del futuro de nuestro país en el futuro?

¿Qué va a hacer el PRI para resolver las asignaturas pendientes que tenemos a nivel local, regional, estatal y nacional?

¿Cómo vamos a consolidar las transformaciones que ha encabezado de manera valiente un mexicano patriota, el primer priista de todo México, el Presidente de todos los mexicanos, Enrique Peña Nieto?

Todas esas preguntas ya tienen respuesta. Se han respondido con el talento y el trabajo de las mujeres, de los jóvenes y de los hombres del mejor partido político de México, nuestro partido, el PRI.

Hoy presentamos al país la mejor propuesta para responder a los problemas y para aprovechar las oportunidades de desarrollo en el país.

La revolución de hoy es una revolución incluyente y cultural. La revolución de hoy es pacífica e intergeneracional. La revolución de hoy es tecnológica y digital. La revolución de hoy se hace desde las aulas y se impulsa con energías renovables.

Esta Asamblea Nacional ha sido un espacio de reflexión abierto, plural y democrático.

Uniendo nuestras fortalezas presentamos las mejores propuestas, las más críticas, las más inteligentes y las más convincentes.

Las cinco mesas de trabajo funcionaron de forma extraordinaria. Fueron escuchadas todas las voces, fueron discutidas todas las ideas, en un partido político en donde cabemos todas y todos.

Cada uno de los participantes se expresaron con libertad y con entusiasmo. Toda la militancia escuchó con respeto.

Las cifras son impresionantes. Celebramos más de 3,050 asambleas municipales, estatales, de los sectores y organizaciones, además de las cinco mesas temáticas nacionales. Y con esta Sesión Plenaria y todos los trabajos celebrados en el país, hemos registrado una presencia de más de 390 mil militantes del partido.

Quiero hacer un reconocimiento muy especial a la militancia priista que trabajó la organización de la Asamblea Nacional. Les agradezco su dedicación, su tiempo, pero sobre todo su talento.

Mi reconocimiento a quienes formaron parte de las mesas de redacción y de dictamen, a los integrantes de las mesas directivas y la generosidad con la que nos recibieron los gobiernos y los pueblos de los cinco estados donde fueron las mesas temáticas.

Pero en especial, quiero dejar un amplio reconocimiento al Secretario Técnico de esta Asamblea, al Senador Ernesto Gándara, y un reconocimiento a mi amiga, talentosa, incansable, a la Maestra Claudia Ruíz Massieu, Coordinadora General de esta Asamblea.

El Partido Revolucionario Institucional está decidido a ser el protagonista de la transformación de México en el siglo XXI.

Mantenemos vigentes los valores que nos definen desde nuestro origen: soberanía, libertad, democracia y justicia social.

Se reivindica así nuestro origen revolucionario. Estamos orgullosos de nuestro pasado. Estamos conscientes de nuestra capacidad transformadora, estamos conscientes de las asignaturas pendientes y de nuestros errores.

Pero sobre todo, vemos con entusiasmo, pasión y patriotismo el gran futuro que tiene nuestro país.

¡Que viva México!

¿Qué resolvimos en esta Asamblea Nacional?

En el tema de Ética y Rendición de Cuentas creamos un nuevo Código de Ética, dando respuesta a la lucha en contra de la corrupción y contra la impunidad.

Se fortalece la Comisión de Justicia Partidaria a fin de prevenir que un priista le falle a su partido, y para sancionar oportunamente a quienes traicionen nuestro ideario.

Para todas nuestras candidatas y candidatos, será obligatorio presentar, antes de su registro, su Declaración Patrimonial, de Impuestos y de posible Conflicto de Intereses.

Fijamos también un nuevo procedimiento de rendición de cuentas. Creamos una nueva Comisión de Ética que llamará a cuentas a nuestros funcionarios durante el ejercicio de sus funciones.

El objetivo es garantizar que su desempeño se lleve a cabo conforme a nuestros documentos básicos y en estricto apego a nuestro Código de Ética.

Que ningún militante más, jamás, le falle a la sociedad ni a su partido.

En nuestra Declaración de Principios ratificamos nuestro compromiso como un partido político socialdemócrata.

Incorporamos las visiones de toda la República y de los distintos sectores y organizaciones que enriquecen la vida del Partido, y establecimos un compromiso muy puntual con las mujeres del país.

Sin Juanitas y sin simulaciones, participación objetiva y responsable para las mujeres en el 50 por ciento de las candidaturas, con equidad de género.

Los priistas nos pronunciamos a favor de la defensa y la protección de los derechos humanos.

Rechazamos cualquier expresión de discriminación por razones de género, preferencia sexual, origen étnico o discapacidad alguna.

En el México de la revolución de hoy, ninguna discriminación será tolerada.

Definimos con claridad la Visión de Futuro en el PRI.

Los priistas colocamos a la educación como el eje transversal de las políticas públicas en nuestro país. Apoyamos que se inviertan mayores recursos para la infraestructura física educativa y la capacitación y los salarios a las maestras y los maestros que son el orgullo de México.

Nos pronunciamos a favor de hacer coaliciones electorales con los partidos con quienes tenemos identificación ideológica.

Para contribuir a la gobernabilidad democrática es necesario trabajar en materia de gobiernos de coalición. Esto con el fin de que el Presidente Electo priista en el 2018, pueda firmar coaliciones de gobierno, en su momento, para garantizar la gobernabilidad democrática de nuestro país.

En el PRI defendemos con determinación los derechos de los pueblos indígenas, y nos comprometemos firmemente con los trabajadores, con los obreros, con los petroleros y con campesinos de nuestro país.

Los priistas impulsamos también consolidación de un sector energético que produzca bienes y servicios de calidad y a precios competitivos para el beneficio de todo el pueblo mexicano. Un sector que reciba aún mayores inversiones, y que genere más y mejores empleos.

Pero sobre todo, la visión de futuro en el PRI apuntala y profundiza los cambios estructurales impulsados por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

También definimos nuestro Programa de Acción. En el PRI queremos un México sin pobreza y con oportunidades para todas y todos por igual.

Consolidar un sistema de salud más integrado y eficiente, con servicios de calidad y una estrategia preventiva en contra del cáncer, la diabetes, la obesidad y las adicciones.

Nos expresamos por lograr una seguridad pública efectiva y un sistema de justicia más eficiente, con la profesionalización de las fuerzas de seguridad y con una coordinación entre los órdenes de gobierno que nos permita aprovechar las experiencias y las mejores prácticas de cada entidad federativa.

En el plano internacional, somos un partido decidido a reforzar las relaciones estratégicas de México en el mundo. A renegociar los tratados comerciales con firmeza, poniendo primero los altos intereses de México. Y decididos a encontrar soluciones ganar-ganar con nuestros vecinos, socios y amigos de las diversas regiones del mundo.

Defenderemos con fuerza una política de Estado a favor de los derechos de los migrantes mexicanos en el exterior.

Un tema que generó un gran consenso en la mesa de Visión de Futuro y de Programa de Acción es que en el PRI daremos total impulso al desarrollo de la región Sur-Sureste para que tenga mejores condiciones sociales, económicas y culturales, promoviendo con determinación las zonas económicas exclusivas.

Amigas y amigos.

En nuestros Estatutos reconocemos que si en nuestro país una de cada tres personas es joven, lo natural es que una de cada tres de nuestras candidatas y candidatos sea joven también.

Reconocemos a los jóvenes como actores de cambio. Aprobamos que una de cada tres candidatas y candidatos que salgan a pedir el voto en las próximas elecciones, sean las mujeres y los hombres jóvenes de nuestro partido.

Sirva este espacio para reconocer a las y los jóvenes del mejor partido político de México, en este Día Internacional de la Juventud.

¡Muchas felicidades!

El priismo determinó que cualquier militante que haya llegado a un cargo de elección popular por la vía plurinominal, en la siguiente elección deberá buscar el voto por tierra.

Así, la candidata o candidato deberá recorrer el territorio y convencer directamente a los electores. Aprobamos, en consecuencia, que no haya más brincos de pluri a pluri.

Nuestro partido tomó una decisión firme: ser un partido en permanente contacto con la sociedad. Por eso, el PRI rompió los candados.

Hoy nos abrimos para que todos los militantes tengan acceso a las candidaturas que merecen por su talento y por su trabajo.

¡Que viva la militancia priista!

También damos oportunidad a que ciudadanos simpatizantes del partido puedan participar activamente a través de él.

Somos un partido que necesita romper las cerraduras. Somos un partido que le abre las puertas a la sociedad. Juntos, sociedad y partido, juntos somos invencibles.

Hoy los priistas pensamos hacia adelante para asegurar que no haya retrocesos en el país.

Tenemos una gran responsabilidad frente a nosotros: detener al populismo autoritario que ha afectado tanto a Venezuela. México merece mejor futuro.

En las recientes elecciones, el PRI demostró ser la única fuerza capaz de frenar la amenaza del populismo autoritario.

¡Lo hicimos en 2017 y lo haremos de nuevo en 2018!

¡Ganaremos, unidos, la Presidencia de la República!

¡Vamos a ganar!

Este trabajo apenas empieza. Es muy importante lo que todos juntos hemos resuelto y aprobado aquí, en nuestra Asamblea Nacional. Pero el trabajo no termina hoy. De hecho, aquí empieza una etapa todavía más importante.

Cada una de ustedes y cada uno de ustedes, adquiere un firme compromiso con su partido. Un compromiso para divulgar lo que aquí hemos aprobado.

Lleven la voz de la Asamblea Nacional a todos los rincones del país.

No hay nadie mejor que ustedes, no hay nadie mejor que la militante y el militante priista para llevar las razones, los programas y el ideario del partido a todo México.

Este es un partido político ganador porque tiene a las mujeres, a los jóvenes y a los hombres de mayor talento político en nuestro país.

Nosotros tenemos que ser la voz de la propuesta y del entusiasmo. Con inteligencia y con convicción, que la gente encuentre en nosotros la mejor alternativa para el avance y el desarrollo de su país.

Que sea el PRI la respuesta a los grandes deseos de progreso que une a todas las mexicanas y a todos los mexicanos en el país.

¡Que viva el PRI!

Amigas y amigos.

Hoy hemos desmentido a aquellos que pensaron que esta Asamblea iba a generar desunión.

Se equivocaron de nueva cuenta nuestros detractores. Este partido político es plural y en la diversidad encuentra su fortaleza.

Se equivocaron también aquellos que dijeron que en 2017 el PRI iba a perder las elecciones. Y aquí está la muestra con nuestros Gobernadores Electos. Ganamos en el Estado de México con Alfredo del Mazo. Y con firmeza y con carácter ganamos en Coahuila con el Gobernador Electo, Miguel Riquelme.

Que nos vean bien. Este partido político está unido y, en su unidad, este partido es invencible.

Reconociendo la aportación de cada militante y de cada simpatizante, en el 2018 tendremos los resultados electorales que todos queremos: Mantendremos la Presidencia de la República. Ganaremos las 9 elecciones de gobernador en: Chiapas, en la Ciudad de México, en Guanajuato, en Jalisco, en Morelos, en Puebla, en Tabasco, en Veracruz y en Yucatán.

Ganaremos también la mayoría parlamentaria en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados.

Competiremos y ganaremos en los distritos y en los municipios de las 30 entidades federativas que tienen elecciones.

Y que no quede duda: con el voto mayoritario de las mexicanas y de los mexicanos, el PRI seguirá gobernando la República.

 

¡Que viva Enrique Peña Nieto!

 

¡Que viva el PRI!

 

¡Que viva México!

 

ANEXAMOS DOCUMENTO: Mensaje EOR-Plenaria

 

 

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Ciudad de México, 12 de agosto de 2017.

 

Palabras del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto, durante la 22ª Asamblea Nacional Ordinaria del Partido Revolucionario Institucional.

 

Amigas y amigos de mi partido.

 

Me entusiasma estar aquí.

 

Gracias amigas y amigos petroleros.

 

CNC, CNOP, jóvenes, mujeres, gracias.

 

 

        Su amigo, su compañero de partido, quien tiene hoy la responsabilidad más alta, la más alta magistratura, que en política se puede tener, que es la de Presidente de la República, les saluda con cariño, con respeto, fraternalmente y siempre con todo mi agradecimiento por su entusiasmo, su solidaridad y su respaldo invariable, que ha permitido impulsar la transformación de nuestro país.

         Gracias compañeros de partido.

         Me encuentro hoy, aquí, entre compañeros de batalla, con amigas y amigos.

Y quiero, antes de todo, expresar mi respeto y mi afecto a los militantes, cuadros, dirigentes que han venido de cada una de las entidades federativas para participar en este trascendental evento.

         Es un privilegio encontrarme ante la rica y plural representación del PRI. Ante mujeres y hombres de lucha, líderes talentosos y comprometidos con México.

         Con gratitud y profundo reconocimiento, saludo a la dirigencia de nuestro partido, particularmente a su Presidente y a su Secretaria General.

         Agradezco la presencia de presidentes, de quienes han sido presidentes y secretarios generales de nuestro instituto político.

A la Gobernadora y los Gobernadores emanados de las filas de nuestro partido.

A nuestros gobernadores electos, surgidos de las filas de nuestro partido, que muy pronto habrán de encarar responsabilidad en sus estados.

         A los coordinadores parlamentarios del Senado de la República y de la Cámara de Diputados.

         A los dirigentes de los sectores, organizaciones y movimientos, pilares de nuestro partido.

         A integrantes del Gabinete del Gobierno de la República. Un gobierno que orgullosamente trabaja guiado por los principios de nuestro partido.

         Saludo a las y los legisladores federales y locales.

         A las y los presidentes municipales y regidores.

         Me emociona encontrarme con las bases priistas: las mujeres y hombres que son el rostro, la voz y el alma del PRI, en cada pueblo, en cada calle, en cada colonia.

         Quiero, desde ahora, pedirles lleven mi saludo cordial y afectuoso a nuestros compañeros en todo el país; a los militantes y simpatizantes del PRI en cada uno de sus estados, distritos y municipios.

         Me siento muy honrado, y lo quiero subrayar, porque es un verdadero privilegio estar aquí, honrado de estar entre ustedes y de ser uno de ustedes.

         A cada uno de los sectores del partido, le reconozco la firmeza con que defiende los intereses de sus afiliados y, al mismo tiempo, contribuyen al bienestar de nuestro país.

         A las mujeres priistas les doy las gracias por su entrega, por su liderazgo y la determinación que distingue su acción política.

         A los jóvenes, jóvenes priistas les agradezco su calidez, su recibimiento, pero, sobre todo, su energía y la vitalidad que le imprimen a todas las tareas partidistas.

         Gracias, juventud priista. Y de grata coincidencia que hoy se celebre el Día Internacional de la Juventud.

         A todos ustedes, las fuerzas vivas del PRI, les reconozco su labor y me reconozco en su quehacer.

         Felicidades a todos.

         Como militante, he tenido el honor de participar en otras Asambleas Nacionales de nuestro partido. Aquí mismo, en este imponente recinto, cuando apenas había concluido mis estudios universitarios, en septiembre de 1990, asistí aquí, recuerdo, a la 14ª Asamblea Nacional del PRI. Estaba lejos de este espacio, lejos de este presídium, así como lo están quienes están en otros espacios de este gran recinto.

         Pero eso no impidió recibir la inspiración y aliento, y reafirmar mi convicción partidista de trabajar por México. Fue la Asamblea que presidió Luis Donaldo Colosio.

         Y traigo a cuentas una cita de ese día, textualmente: Colosio convocó a todos a un partido de hombres y mujeres que, de frente a la Nación, actuemos de buena fe; un partido de la sociedad; un partido de la iniciativa social, que recoja y represente los intereses de la comunidad. Fin de la cita.     Esa visión me ha acompañado desde entonces.

Por años, como ustedes, apoyé las campañas de los candidatos del PRI allá, en mi estado. Hice proselitismo en favor de nuestro partido. Recorrí las calles, en busca del respaldo popular, para quienes habían sido postulados por nuestro partido,

         Siempre he trabajado para lograr que los ideales del PRI orienten el desarrollo de México.

         El 1º de julio de 2012, la sociedad mexicana renovó su confianza en nosotros y nos dio la oportunidad de regresar a la Presidencia de la República.

Aquí están presentes muchos de quienes, con sus logros individuales, hicieron posible el triunfo de todo el PRI hace cinco años.

         Les reitero a todos, hoy y siempre, mi gratitud por su confianza, su afecto y su respaldo.

Pocas organizaciones políticas en el mundo han desempeñado un papel tan importante en la construcción de instituciones en su país, como lo ha tenido el PRI en México.

         Una y otra vez, los gobiernos del partido de la revolución han llevado al país a su siguiente etapa de desarrollo.

         Primero, al institucionalizar la vida política, luego del movimiento armado, incorporando, en una organización plural, pero unida, las diversas facciones que surgieron durante el proceso revolucionario.

         Después, al defender al Estado mexicano, frente a amenazas externas, para afirmar la soberanía nacional y rechazar todo intento por imponer intereses extranjeros al supremo interés de la Nación.

         Y, al mismo tiempo, al conducir la construcción del Estado mexicano moderno, que ha sido el mayor legado de los gobiernos postrevolucionarios. Fueron esos gobiernos los que crearon las instituciones fundamentales del México actual:

         El Banco de México y su papel como garante del sistema financiero mexicano; el Seguro Social y el ISSSTE, proveedores de seguridad social para millones de mexicanos; la autonomía de la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional, para ampliar las oportunidades para nuestros jóvenes.

         PEMEX y la Comisión Federal de Electricidad, que han llevado energía y progreso a cada rincón del país. El INFONAVIT y su vasto programa de vivienda de los trabajadores; INEGI, quien, con sus estadísticas e indicadores clave, permite diseñar mejores políticas públicas.

         La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, garante de la dignidad de los mexicanos; el Instituto Federal Electoral, hoy INE, árbitro de la vida democrática nacional.

         Y, por supuesto, la lista podría continuar. Mencionar estas instituciones es rendir homenaje a generaciones de mexicanos visionarios y patriotas, los constructores del Estado mexicano. Es rendir homenaje a las mujeres y hombres del partido de la revolución.

         El ideario de la Revolución Mexicana, la primera revolución del Siglo XX, está vivo y seguirá estándolo porque está consagrado en nuestra Constitución, y porque los priistas siempre lo defenderemos.

         Los principios y los fines establecidos en la Constitución han permanecido, pero hemos actualizado los medios y los instrumentos para hacer realidad esos fines.

         Por eso, estoy convencido de que el PRI seguirá siendo el gran actor de la historia de México.

Somos los que a cada paso construimos una mejor nación.

         En marzo de 2013, en otra trascendental Asamblea Nacional del PRI, la 21ª, los priistas decidimos ver hacia adelante. Nos comprometimos con las grandes transformaciones que requería el país.

         En aquel encuentro, mandamos una señal muy poderosa de que el PRI no había regresado a la Presidencia sólo para administrar, sino para transformar.

         Muchos observadores, dentro y fuera de México, cobraron conciencia de la firmeza de nuestra voluntad, del valor de nuestra palabra, de la eficacia de nuestro trabajo político.

         Al renovarse a sí mismo, el PRI demostró que estaba listo para renovar al país.

         A partir de esa convicción compartida, los priistas emprendimos la tarea de transformar a México. Advertimos que no habría intereses intocables. Y hemos actuado en consecuencia.

         Y, por eso, México es hoy muy distinto al que hace cinco años. Hemos realizado los cambios más profundos que el país haya logrado en décadas.

         La amplitud y profundidad de estos cambios son fiel testimonio del talento y el oficio político de las y los legisladores de nuestro partido.

         Sin nuestros Diputados locales y federales, sin nuestras Senadoras y Senadores, no habría sido posible la transformación de nuestro marco jurídico.

         En estos cinco años, hemos trabajado a favor de la seguridad con una mejor Policía Federal, con la creación de la Gendarmería; con un mecanismo de alerta único en todo el país, como el teléfono 911; con una mejor coordinación entre instituciones del orden Federal y las de éstas con la de los órdenes estatales, y destaco en este ámbito la valiente labor que realizan, con patriotismo y lealtad a México, nuestras Fuerzas Armadas, en favor de la seguridad de las familias mexicanas.

         Los priistas les reiteramos nuestro mayor reconocimiento.

         Hicimos del combate al hambre y a la pobreza una prioridad de Gobierno. Y hemos avanzado en el abatimiento de las carencias sociales, como no se había hecho en años anteriores.

         El Estado recuperó la rectoría plena sobre la educación pública. Estamos realizando una inversión sin precedente en la infraestructura de las escuelas, y hoy tenemos un nuevo modelo educativo, para que nuestras niñas, niños y jóvenes aprendan a aprender.

         Hoy, nuestra economía crece con estabilidad, a pesar de la caída en el precio del petróleo, del cual dependían de forma significativa las finanzas públicas del país.

         En efecto, hemos logrado que nuestra economía crezca de manera sostenida. Se han creado casi tres millones de empleos formales, dos y media veces más que en el mismo periodo de la Administración pasada, y tres veces más que en la antepasada. Y el poder adquisitivo del salario mínimo ha tenido una recuperación real de 12 por ciento.

         Nuestros compañeros de los sectores obrero, campesino y popular lo pueden confirmar. Sin duda, éste sí ha sido el sexenio del empleo.

         El sector energético volverá a ser una fuente de desarrollo, y PEMEX y Comisión Federal de Electricidad están recuperando su fortaleza para mover y transformar a México.

         El desarrollo regional se ha beneficiado de cifras históricas en los sectores de infraestructura carretera, de salud, de vivienda.

El turismo y la producción de alimentos, también alcanza cifras históricas.

         La y los gobernadores, presidentes municipales y legisladores, aquí presentes, son testigos y activos partícipes de estos cambios positivos que están llegando a todo el país.

         Todo esto ha sido posible, a pesar de un complejo entorno internacional; en particular, en nuestra relación con los Estados Unidos. Hemos actuado con claridad y firmeza en la defensa de los intereses de México.

         El Gobierno de la República ha sentido, en todo momento, el respaldo y la unidad priista.

         De todo esto, habré de dar cuenta al país en el informe que rendiré dentro de tres semanas.

Lo digo con orgullo, con mucho orgullo, los priistas somos factores de cambio positivo, de prosperidad y de progreso para la sociedad mexicana.

         Pero nuestra labor no ha terminado.

Si bien hoy México avanza de manera positiva, aún hay mucho por hacer. Y de eso, de pensar hacia adelante, de pensar en el México de las siguientes décadas, se ha tratado ésta 22ª Asamblea. Una asamblea abierta, plural y autocrítica.

         Celebro el gran trabajo que han realizado más de 390 mil priistas para llegar a este punto.

Nuestro partido es diverso, tiene muchas voces. Y la asamblea permitió que todas fueran escuchadas y tomadas en cuenta en la actualización de nuestros documentos básicos.

         La visión de futuro nos habla del México que estamos construyendo. Un México que hace suyo el desarrollo sostenible y la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres en la vida política, económica y social del país; que cuida el medio ambiente y que lucha contra la desigualdad en todas sus expresiones.

         Con la declaración de principios, aprobada por esta Asamblea, el PRI ha renovado su vocación popular y su voluntad de seguir siendo protagonista de la transformación de México.

         Por su parte, el programa de acción plantea, con responsabilidad y seriedad, respuestas concretas a las demandas de la sociedad mexicana.

         Cada sector: obrero, campesino y popular, y cada segmento de la población: jóvenes, mujeres, adultos mayores, deberá beneficiarse de la nueva agenda política, que el PRI habrá de adoptar con base en este programa

         En todas las mesas de esta asamblea se discutió uno de los mayores retos que enfrentamos: la corrupción y su manifestación más indignante, la impunidad.

         Ante casos individuales de militantes que se alejaron de nuestros principios, hay quienes pretenden denostar a todo nuestro partido.

         Lo dije en marzo de este año y lo reitero de manera categórica: quienes han traicionado la confianza de la gente y de nuestro partido, deberán enfrentar las consecuencias de sus actos. Y así está sucediendo.

         Hemos actuado con firmeza y sin contemplaciones frente a quienes han violado la ley.

Pero el reto va mucho más allá. La verdadera tarea es atacar la impunidad en todas sus manifestaciones y construir, día a día, un genuino Estado de Derecho.

         Por eso reconozco y agradezco, en nombre de todos los priistas, el trabajo de esta asamblea en materia de rendición de cuentas y código de ética.

         En gran parte del mundo las expectativas ciudadanas y el debate público se han transformado. La confianza en las instituciones, en la apertura económica y en la globalización, se ha debilitado.

         Es cierto. Hoy la política y los partidos son cuestionados. Pero es aún más cierto que en la historia de la humanidad ningún gran cambio positivo ha sido posible sin la política.

         De ahí la importancia de la actualización de nuestros estatutos, que nos abre a la sociedad y nos acerca a los ciudadanos, a quienes nos debemos en todo tiempo; y, también, consolida al PRI como la mejor plataforma para que militantes y simpatizantes puedan servir a su comunidad, puedan servir a México.

         Los cambios que hemos aprobado nos ponen al día, nos dan competitividad y nos fortalecen, frente a los retos electorales que habremos de asumir.

         Nuestro partido está listo para lo que viene.

La ventaja de nuestro partido sobre las otras opciones es evidente. Mientras nosotros asumimos con valor y visión un mejor futuro para México, hay quienes pretenden regresarlos al pasado, le apuestan al caudillismo, a la subordinación de los aliados y a la división de los mexicanos.

         Mientras el PRI confirma su capacidad para dar resultados, otros, por su falta de experiencia y sus conocidos fracasos de gobierno, disimulan su impericia con estridencias e incongruencias.

         Mientras que nuestro partido reafirma su compromiso con las causas de México, otros han optado por abandonar sus ideales y prefieren negociar posiciones antes que defender convicciones.

         Nuestro partido actúa con la mirada puesta en el México del mañana. Con entereza y determinación abrazamos el cambio, la apertura y con ello el futuro.

No es el apego a dogmas o doctrinas lo que define a un verdadero revolucionario, sino la capacidad para transformar la realidad, para que los más altos ideales de la humanidad cobren vigencia en nuestra sociedad. En esto consiste el carácter revolucionario y transformador del PRI.

         Señoras y señores delegados:

         Hemos establecido los cimientos de un país más justo, más próspero y más fuerte. La obra tiene que continuar.

Construir una mejor Nación nunca ha sido fácil, pero esa es nuestra vocación como priistas. Nuestra historia así lo acredita y demuestra.

         El PRI no se intimida ante los retos.

El PRI es un partido audaz, valiente y resuelto.

Debemos mantener la convicción de nuestras fortalezas y hacer valer la fortaleza de nuestras convicciones.

         Nuestra responsabilidad en esta coyuntura es clara: estamos llamados a defender las instituciones y a consolidar la unidad y estabilidad de nuestro país.

El PRI se presentará a la elección de 2018, después de haber impulsado con éxito la transformación del país.

         Hemos asumido costos en el camino, los costos naturales de habernos atrevido a cambiar y mejorar las cosas. Esto es, precisamente, lo que nos da autoridad moral para salir nuevamente a reafirmar la confianza ciudadana.

         Nuestros adversarios buscan confundir a la sociedad, pero los mexicanos no se dejan engañar, porque son testigos de que el país gradualmente está avanzando. Los mexicanos saben que lo bueno cuenta y cuenta mucho.

         En 2018, estarán en juego distintos futuros para nuestro país. Uno, de progreso que ofrece el PRI y, otros, de franco retroceso.

Los priistas estamos llamados a proteger, a cuidar y defender lo que entre todos los mexicanos hemos construido.

         Tenemos que dar la batalla por el futuro de México, porque México es responsabilidad de todos.

Y esa responsabilidad, compañeros de partido, inicia por preservar la unidad al interior del PRI: unidad para servir, unidad para ganar.

         Cerrar filas dentro de nuestro partido es cerrar filas a favor de México.

Como soldados de la Patria, los priistas debemos salvaguardar el proyecto de país.

         Vamos a una batalla decisiva para México. Vamos a la batalla por un futuro que asegure bienestar y oportunidades para todas y todos los mexicanos.

         Vamos a la batalla con el orgullo de llevar en el emblema de nuestro partido los colores de nuestra Bandera.

         Y, sobre todo, vamos a la batalla con la seguridad de que México gana cuando gana el PRI. México gana cuando gana el PRI.

         Demos todo por México, por México, por México, siempre por México. Esa es la convicción del PRI.

         Gracias.

         He sido invitado para participar en la clausura de esta asamblea y agradezco esta responsabilidad que se me confiere.

Y antes de hacer la declaratoria de clausura de este evento, de esta 22ª  Asamblea Nacional del Partido, y antes de que ustedes se retiren, desde aquí quiero enviar a cada uno de ustedes, a cada una de las mujeres aquí presentes, a cada uno de los jóvenes, a cada uno de los hombres de nuestro partido, quienes están alejados de este presídium, quien está en la parte más alta de este lugar, a cada uno de ustedes, a todas y todos los aquí presentes, mandarles un abrazo con cariño, con gratitud y mi reconocimiento por su diario trabajo y su entrega comprometida por nuestra nación.

         Un saludo cariñoso a todas y a todos ustedes.

         Dicho lo anterior. Hoy, 12 de agosto del 2017, declaro clausurada la 22ª Asamblea Nacional Ordinaria del Partido Revolucionario Institucional, haciendo votos porque esta tarea, porque este ejercicio de trabajo de esta asamblea, haya renovado el espíritu de combate, de lucha, de convicción, de entereza y de audacia de nuestro partido.

 

Felicidades.

 

ANEXAMOS DOCUMENTO: 12082017.EPN-22 ASAMBLEA DEL PRI.

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