El Observador / 15 de julio 2020
Ora sí que la Fiscalía General del Estado tendrá que aclarar muy pronto: si en verdad existe la famosa ‘nómina de control’ del exgobernador; si contiene los nombres de los que dicen; si es cierto que el gordito era el ‘jefe de jefes’ y sí es cierto que la institución no será usada como control electoral.
“Panistas le decían Jefe a César Duarte”, zampó ayer el gobernador Javier Corral en virulenta, perdón, virtual, rueda de prensa donde el principal tema fue el tsunami político que ha provocado la detención del exmandatario en Miami, Florida.
Cuestión de términos, pero este Fisgón no recuerda que a Duarte le dijeran ‘Jefe’, sino ‘Patrón’, o sea, más tirándole al rancho.
Pero volviendo a Corral, dijo que era falso y calumnioso decir que usa a la Fiscalía como control político: “no soy responsable de las conductas que asumieron otras personas. Cada quien tiene que hacerse cargo de las consecuencias de su propio actuar”, y todavía agregó que no habrá negociación con la justicia.
Dura, fuerte, directa la amenaza.
Ante todo ello, la alcaldesa capitalina Maru Campos ha decidido no hacer más comentarios al respecto y dejar que sean los tribunales, con su respectiva defensa, por supuesto, los que diriman esta ríspida situación.
Una situación que sin duda, se adelantó a todo tiempo y a toda circunstancia en pos de la sucesión hacia el 2021.
Maru hizo un llamado al a unidad, a sus compañeros de partido, a su familia, a trabajar por un partido fuerte y unido.
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Y más vale que se apuren a traer a Duarte más pronto que tarde, porque acá muchos están por sacarse las tripas.
Sin embargo, este Fisgón ya adelantó que será un proceso de extradición largo y ansioso, que se puede llevar como mínimo medio año, como máximo el año.
A menos, claro, que a las autoridades norteamericanas les interese sacudirse rápidamente y mandarlo no solo extraditado, sino hasta deportado a las puertas de la frontera, como hacían antes con los delincuentes que nadie reclamaba.
Pero ayer el gobernador Javier Corral, quien llena su agenda con este tema, informó que los abogados de una y otra parte han acordado la audiencia de inicio del proceso de extradición para el próximo viernes 24 de julio, es decir, dentro de 9 días.
Si la juez del distrito sur de Miami, Florida acepta, el asunto podría tomar su cauce; si resulta alguna nueva treta dilatoria, que es lo más seguro, ahí comenzará a entramparse.
Muchas, pero muchas cosas pueden suceder en torno a este caso. Lo que está en juego no es solo Duarte y sus locuras, sino que arrastró a mucha gente y hay muchos intereses también de por medio.
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A cuatro meses y 135 conferencias de prensa vespertinas consecutivas diarias, la realidad en México es de más de 35 mil muertes y más de 300 mil contagios, es decir, una confirmada incapacidad del Gobierno Federal para atender la crisis y orientar a la sociedad.
Desde un principio, las contradicciones entre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y su subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, vocero único para la pandemia del coronavirus (COVID-19), traen vuelta loca a la sociedad, con un solo resultado: un mal manejo de la crisis, una creciente desaceleración económica y miles de víctimas mortales.
Contradicciones y más contradicciones dejan como resultado además, que México sea en estos momentos el cuarto país con más decesos (35 mil 491 muertes).
Porque mientras que López-Gatell pide, clama, suplica a la población que se quede en casa, que no salga, que use el cubrebocas, que se lave las manos constantemente, el presidente Andrés Manuel pide al pueblo de México que salga, que se abrace, que haga lo que quiera, a fin que “no pasa nada”.
Todavía cuando López-Gatell ha dicho que la pandemia sigue, que no se ha ido y que se extenderá hasta mayo del próximo año, sale López Obrador a decir que la pandemia va en declive y que servicios médicos no se han desbordado.
El “actuar con absoluta libertad” a la que llama López Obrador, será el suicidio de muchos más mexicanos, porque en lo único que acierta, es en que la gente sale a buscar qué comer, porque su Gobierno ha sido incapaz de proveerle lo necesario para aguantar la cuarentena sin morir de hambre.
Así NSPP dicen la tierra de los chilangos.
Ojalá y los enterados de las leyes internacionales y constitucionalistas estén iniciando ya la integración de un expediente para juzgar a quien se deba por crímenes de lesa humanidad, como corresponderá una vez que se conozca el lamentable saldo final, sino es que un ‘parte de guerra’.
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En sesión, el Consejo Estatal del Instituto Estatal Electoral acordó reanudar las actuaciones propias, respecto a las solicitudes de revocación de mandato contenidas en los expedientes IEEIPC-07/2020 e IEE-IPC-08/2020, para los efectos del estudio de su procedencia.
Uno de ellos es el referente al instrumento de participación política solicitado por agrupaciones ciudadanas de Juárez para poner a consulta la terminación anticipada del mandato del presidente municipal Armando Cabada.
Antes de la cuarentena, las solicitudes estaban en fase previa y se tenían por cumplidos requisitos formales y estaba en marcha la valoración de impedimentos legales.
Este 16 de julio se reanudarán las actuaciones relacionadas para ver qué procede.
El otro asunto es la solicitud de plebiscito en Cuauhtémoc, pero este seguirá permanecerá suspendido hasta el 31 de julio, ya que resulta indispensable llevar a cabo actividades de contacto directo entre personas y se hará hasta que las condiciones mejoren.
En una de esas y ambos alcaldes, de Juárez y Cabada, como en el box, podrían ser ‘salvados por la campana’, es decir, porque se agote el tiempo.
