-Las tablas de la ‘Secretaria’ son de oficinista

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Columna / El Diario de Chihuahua / viernes, 17 julio 2020

-En Durango Corral simplemente calló

-Todos han olvidado masacre de los Lebaron

-Maru ordena enfocarse en el informe

Desde abril que fue nombrada Subsecretaria en Salud y fue designada como responsable -ella y no el Secretario- de la operación Covid-19, ya acariciaba la titularidad.

Hoy está a un paso de serlo formalmente -y no informal como permanece ahorita- debido a su cercanía con el gobernador y sus operadores, y la lamentable enfermedad que aqueja al doctor Jesús Enrique Grajeda, que ha venido agravándose.

Es Mirna Florencia Beltrán Arzaga, actualmente secretaria en funciones o interina, de acuerdo a lo revelado en el show morning del Covid, pero no sabemos de ningún acuerdo delegatorio de funciones por parte del secretario Grajeda o del mismo gobernador.

Tampoco de la existencia de un nombramiento emitido para darle la calidad de encargada de despacho.

Así las cosas, está fungiendo entonces al troche y moche, como se hacen las cosas en esta administración.

Acude a las reuniones del Consejo Nacional de Salud y seguramente está tomando decisiones en la responsabilidad que dicen ya tiene.

Pero resulta que es una Secretaria que tiene bajo su cargo dos organismos descentralizados demasiado importantes, con miles de personas y recursos millonarios, incluso de origen federal.

Es más, el Secretario de Salud formalmente es a la vez titular de dichos organismos, que tienen una ley propia y su organigrama de responsabilidades muy claro. En ninguno de ellos aparece la comandanta Beltrán.

Podrán las funciones políticas realizarse, pero hay una responsabilidad administrativa que desciende en el ejercicio de los recursos humanos, materiales y financieros. ¿Cómo le estarán haciendo?

O más bien, ¿el nombramiento de Secretaria interina tendrá tanto valor como la designación de comandanta Covid que le hizo el Gobernador de su ronco pecho sin ningún soporte legal?

Por lo pronto, tácitamente tiene por primera vez la Secretaría un titular que tiene como respaldo profesional la enfermería, la medicina general, y una maestría en gestión en salud muy reciente. Pero su paso por la medicina ha sido de escritorio no en la talacha.

Es más, de enfermería ni cédula profesional existe. Egresó y nunca ejerció. Tal vez ni siquiera se tituló, valga la especulación.

*** 

Curioso, muy curioso. El Gobernador fue a su viaje relámpago a Durango en avión y comilonas ad hoc para la reunión con los insurrectos gobernadores, acometidos desde la mañanera por el presidente y el zar anticovid, Hugo López Gatell. 

No dijo ni pío en la conferencia de prensa. Lo colocaron casi en un extremo de la mesa. Pudo haberse explayado en relación a la necesidad de la reforma hacendaria, el tema de la salud con motivo del Covid, pero no pronunció palabra alguna.

Fue simplemente avasallado por Silvano Aureoles, Francisco García y Jaime Rodríguez. Suponemos que por su silencio suscribe lo que ahí se dijo.

Aureoles fue incisivo y contundente. Fueron diversos los adjetivos contra el gobierno federal, el presidente y López Gatell, con quienes Corral trae un soterrado idilio. De este último, de errático y cantisflesco no lo bajó. Hasta ironizó con las porras de la mañanera.

Corral simplemente calló. Su discurso es muy distinto cuando le conviene. Sus propios medios de comunicación censuraron la información, entendemos por orden suya. Todo fue color de rosa con la federación. 

Trae doble jugada; lleva y trae. Si eso dijeron en público, seguramente abordaron cuestiones más delicadas en la confidencialidad del secreto. 

Se engaña a sí mismo haciéndole al Matahari con los gobernadores, que son todo menos ingenuos.

*** 

Y mientras los políticos se ocupan de cosas de políticos, la justicia y la seguridad pueden esperar. La foto del esposo y los seis hijos de Cristina Langford Lebaron que presentamos en versión digital de GPS es elocuente y debe mover necesariamente a la exigencia de justicia. 

Todos parecen haber olvidado ya lo sucedido, pero ahí están las tumbas para recordarlo. Fue en noviembre del año pasado, va para el año. La Fiscalía Estatal cómodamente se lavó las manos en una investigación que recae en la federación. Se les olvida que son chihuahuenses también.

Ha estado circulando profusamente por la red social esta imagen que le mostramos en nuestra edición digital. Es claro que prevalecen las circunstancias de violencia y homicidios en todo el Estado, con punto rojo en la sierra de Chihuahua, mientras los que gobiernan están entretenidos en la politiquería.

Andan tras medallas y sucesiones, pero no están donde deben estar.

 El luto de esta y otras muchas familias mexicanas y, específicamente de Chihuahua, desgraciadamente no es parte de este solaz debate electorero.

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Ahora resulta que el regalito del doctor Arturo Valenzuela, antes de irse de vacaciones -no se ha dicho otra cosa, más que una reiterada ausencia en los próximos días- la administración estatal analiza hacer pruebas Covid mediante una estrategia denominada pruebas pool.

En ella se reúnen las muestras de hasta 64 personas y se realiza el estudio PCR. Si sale negativa, que bueno, pero si sale positiva, todos se convierten en sospechosos y ameritan de inmediato pruebas. En algunos países esas pruebas pool son de cinco o diez muestras solamente.

En esto andan pensando en la administración estatal para ahorrarse unos pesos. Arturo Valenzuela le llama “una positividad que conviene económicamente”.

Las pruebas son un elemento indispensable que rescate la estrategia de prevención fracasada, pero no se quiere asumir. Invertir en ello, en la salud de los chihuahuenses, les saca urticaria.

Aun y cuando la Organización Mundial de la Salud ha insistido, pruebas, pruebas, pruebas, en Chihuahua se hace oídos sordos y más aún, se culpa a los ciudadanos del rebrote en ciernes.

*** 

Salvo el jefe de gabinete y exdirigente del PAN, Mario Vázquez Robles, nadie del grupo de la alcaldesa María Eugenia Campos le entró al pleito que cantó el gobernador Javier Corral.

Cuando se esperaba que salieran el secretario municipal César Jáuregui; la subdirectora Daniela Álvarez, el director de Desarrollo Social, Marco Bonilla y los regidores, al final la misma presidenta municipal apaciguó los ánimos y calmó las reacciones. 

Para algunos dentro del gabinete era indispensable que cuando menos quienes fueron diputados del PAN junto con Campos Galván la respaldaran por un mínimo de solidaridad y compromiso moral; fue una idea fuerte que terminó por diluirse.

La razón fue que el choque con Corral estaba bien previsto por el equipo de la alcaldesa desde finales del año pasado. Era inevitable que se diera el rompimiento público, pero la contingencia sanitaria alteró todos los planes. Con eso las prioridades cambiaron, aunque no el objetivo de llevar a la panista a la candidatura 2021.

Campos Galván, a riesgo de que se notara y criticara el aparente vacío en su defensa, ordenó mejor a todos enfocarse en segundo informe de su gobierno de ésta que es su segunda administración. La fecha programada para ello es el lunes 7 de septiembre, es decir en poco más de mes y medio, pero como será especial por la crisis actual, requiere de mucho trabajo previo.

Se prevé que no será un informe normal sino uno llevado principalmente por redes sociales, a fin de no saturar un espacio con los miles de invitados habituales. Hacerlo de alcance masivo en esas circunstancias es el reto.

Es parte del fin de la discusión con Corral que determinó la alcaldesa. Con eso deja de apostarle al conflicto y se centra en su labor institucional, con impacto favorable en su proyecto político.