Es una barbaridad pero real, no dejaron accesos ni para hospitales
LA COLUMNA / de El Diario / viernes, 07 agosto 2020
-Juegan con las calles y provocan tensión y estrés
-El castigo a Víctor es vigente
-Le dieron cuello a comisionado diplomático
-Firmas se empalmarán con la elección
Han sumado a la pandemia sanitaria generada por el Covid-19 la pandemia de la improvisación, el abuso y la indiferencia; a su vez generadoras de desorden vial, estrés y accidentes en las principales vialidades de Juárez.
Es una barbaridad pero real, no dejaron accesos ni para hospitales.
Entre la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas y el Fideicomiso de Puentes Fronterizos concursaron aceleradamente diversas obras viales en la ciudad que son y serán un peligro para los fronterizos mientras trabajan en ellas. ¿Un año, dos años? Nada han informado.
Durante más de 12 meses estrangularon literalmente el Juan Pablo II, Arizona y Francisco Villarreal; luego se pasaron a Villarreal y Gómez Morín; Teófilo Borunda y Villarreal; al mismo tiempo avenida de las Torres y Zaragoza.
Ahora se metieron literalmente por la Panamericana, tomaron la Tecnológico y están convirtiendo en pedazos la Paseo Triunfo de la República. Las señales son prácticamente nada, no hubo avisos previos ni menos explicaciones básicas sobre alternativas de vías. Al troche moche. Unos cuantos agentes viales por lo regular muy ocupados en el celular.
En medio del trafical se quedan atascados vehículos de emergencias, camiones de pasajeros, ruteras; particulares con y sin apuro… Ayer anduvo “supervisando” el tiradero uno de sus autores, el exalcalde de esta ciudad y titular de Obras Públicas, Gustavo Elizondo. No da pie con bola.
Así se está despidiendo el gobernador Javier Corral de los juarenses. Trata de rescatar algo de la imagen no conseguida en los casi cuatro años de su gobierno. En julio próximo habrá gobernador electo.
Las obras que apenas hoy comienza difícilmente serán terminadas cuando se vaya porque, además, llegan prendidas de alfileres con dinero prestado. Dejará miles de millones de pesos en deuda pública y a proveedores. Rebasará con facilidad los 60 mil millones, casi el presupuesto anual del estado.
Los juarenses han terminado por convertirse en víctimas del desbarajuste que corona a ese régimen. Ha pasado Corral, desde luego, inclusive por la autoridad municipal, que poco o nada fue contemplada en la planeación del actual desorden callejero.
Haría bien el gobernador en adelantar su salida.
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La fanaticada auténtica de Morena no ha sanado la profunda herida que les asestó Víctor Quintana Silveyra cuando dejó a López Obrador con la mano extendida y en ella la candidatura a gobernador por Chihuahua en el 2016.
Víctor desdeñó aquella postulación para treparse al proyecto de Javier Corral que inesperadamente obtuvo el triunfo. El entonces moreno logró la Secretaría de Desarrollo Social como generosa compensación y ahí estuvo hasta el año pasado.
No podemos decirlo de otra manera porque así. A la vuelta de unos pocos años Morena es todopoderoso como jefe prácticamente de todo el Gobierno federal, su salud sigue excelente en los sondeos por las gubernaturas 2021 que incluyen Chihuahua… y se ha vuelto un partido mega atractivo.
Quintana ahora sí quiere la candidatura de Morena. No con la debida fuerza ni categoría pero se ha deslindado de Corral. Trabaja las 24 horas del día peleando la nominación contra poderosos en ese partido como Juan Carlos Loera, Cruz Pérez Cuéllar y Rafa Espino.
Pero sigue la polémica más allá de pruritos subjetivos morales, éticos o de lealtades. Para los auténticos morenistas Quintana no existe en su partido porque lo consideran fuera de su padrón interno. Víctor envió a La Columna un “pantallazo” donde aparece registrado. Es un “padrón desactualizado”, argumentaron los morenistas.
Y como prueba de ello nos hicieron llegar oficio de la respuesta dada por la honorable Comisión de Honestidad y Justicia de Morena al propio Quintana, quien les preguntó:
“Por medio del presente escrito vengo a solicitar informe al suscrito la situación que guardan mis derechos civiles políticos con la agrupación denominada Movimiento… etc… para los efectos si soy o no militante de dicho partido político”.
Esa solicitud la hizo el 25 de septiembre del 2019. En la versión digital de La Columna tenemos la contestación que le dieron meses después los miembros de la comisión (Héctor Díaz, Gabriela Rodríguez y Adrián Arroyo), el 17 de marzo del 2020:
“…Es por lo anterior que actualmente Víctor Manuel Quintana Silveyra no cuenta con la calidad de militante de Morena: y por lo tanto se encuentra inhabilitado para ser titular de derechos y obligaciones derivados de nuestros documentos básicos”.
Esa es la situación. Deberá Quintana modificar ese inconveniente si quiere llegar sano y salvo como morenista hasta la elección interna por la candidatura.
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Por la zona de El Chamizal dejó de verse como ocasionalmente se veía el doctor Roberto Salmón Castelo, el casi desconocido pero añejo titular de la sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Agua (CILA).
Designado desde el año 2009, Salmón era considerado un experto en materia del agua de las cuencas binacionales. Sus pares estadounidenses reconocían en él a un técnico de la Comisión Nacional del Agua y diplomático de carrera. Y es que contrario al país vecino, donde al comisionado lo nombra el presidente, aquí era asignado por la cancillería mexicana.
La base de operaciones de la CILA-México está en Juárez, por eso era común la presencia del titular, que comúnmente recorría completa y mes a mes la frontera de ambos países.
Pero desde hace unas semanas desapareció, justo en medio del conflicto de la Conagua, el Gobierno del Estado y productores agrícolas del sur de la entidad; justo en medio de ese problema que ha subido de nivel y ha derivado en actos de violencia en tres ocasiones.
El experto en el Tratado de Aguas entre Estados Unidos y México fue relevado por Humberto Marengo Mogollón, ingeniero de la Universidad Nacional y exfuncionario de la Comisión Federal de Electricidad, donde laboró más de 30 años. Su campo de especialidad son las presas y los proyectos hidroeléctricos.
El cambio en medio del conflicto, que además se dio en lo oscurito, fue interpretado como una designación emergente y a modo. Fue para atender el problema exclusivamente desde una sola y cerrada visión. Así, sin atender los múltiples factores que han derivado en un caos tan complejo.
El solo hecho de que el relevo se haya dado sin la mínima publicidad se presta a pensar mal y no es buena señal para el problema del agua que sigue creciendo.
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El semáforo epidemiológico que se fije alrededor del 15 de agosto será la clave para que el Instituto Estatal Electoral autorice el comienzo de la recolección de firmas sobre la revocación de mandato del alcalde Armando Cabada.
Los grupos de presión que promovieron la herramienta contemplada en la Ley de Participación Ciudadana dan por hecho que podrán comenzar esa labor por esas fechas, en unos 10 días. Así lo han publicitado, pero no es todavía un hecho.
Esa luz verde para las firmas queda sometida a la contingencia sanitaria, por más ganas que le tengan a la administración independiente.
Si el ritmo de contagios y otros indicadores de la pandemia no ceden, a mediados del mes la fecha volverá a ponerse en el aire. Igual que como está ahora.
El primer problema para los consejeros del IEE, encabezados por Arturo Meráz, será lidiar con las presiones de los promotores de la revocación que ya andan desesperados por juntar las más de 50 mil firmas requeridas. Ellos dicen que les den del 15 de agosto al 15 de diciembre, lo que ya, de entrada, empalma fechas del proceso electoral de 2021.
El segundo problema para el organismo será precisamente separar uno y otro procesos, el de revocación y las elecciones venideras, porque entre más se tarde en autorizar la colecta de firmas, más se habrán de cruzar.
Los juarenses serán finalmente los que paguen las consecuencias de las confusiones que se van a generar, que de hecho ya se han estado viendo con la incertidumbre existente en cuanto a las fechas.
